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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se concentraba este lunes en la selección de puestos claves de su futuro gobierno, pero ya causó controversia por el nombramiento como principal asesor a una figura de la extrema derecha.
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El mandatario saliente, Barack Obama, ofrecerá a las 20H00 GMT su primera rueda de prensa tras reunirse con Trump, el jueves pasado, tras la inesperada elección del magnate.
“Lo que veo es un presidente electo que se está preparando”, dijo el próximo jefe de gabinete en la Casa Blanca, Reince Priebus, al ser consultado por una información del diario The Wall Street Journal sobre que Obama, con quien tuvo una conversación “excelente”, pasará con Trump más tiempo del previsto en las transiciones presidenciales debido a su inexperiencia.
El desfile de figuras cercanas al mandatario electo continuó este el lunes en la Torre Trump, en el centro de Manhattan, adonde los primeros en llegar fueron los tres hijos mayores del millonario -Donald Jr., Ivanka y Eric-, que integran el equipo de transición encargado de forma a la nueva administración.
Steve Mnuchin, un ex alto funcionario del banco de inversiones Goldman Sachs, que suena para Secretario del Tesoro, se adentró en un ascensor del edificio, decorado con la foto del próximo presidente estadounidense.
Tras hacer su aparición a media mañana, la jefa de campaña de Trump, Kellyann Conway, dijo que se anunciarán “nuevos nombramientos” esta semana, apuntando que el millonario “tiene reuniones y entrevistas”.
“Sigue recibiendo muchas llamadas, de funcionarios, personas a las que se opuso en las primarias (republicanas) y otros líderes de opinión”, explicó Conway a periodistas, quien precisó que otra parte del equipo de transición trabaja en la capital, Washington.
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– “Buen equipo” –
Preibus, también presidente del Partido Republicano, dibujó las prioridades de los cien primeros días de gobierno de Trump: combatir la inmigración clandestina, bajar los impuestos, definir su política internacional y reformar el sistema de salud de Obama.
“Pienso que tenemos la oportunidad de hacer todo eso por el hecho de que tenemos la Cámara de Representantes y el Senado, y tenemos un Congreso ansioso por hacer el trabajo”, añadió en declaraciones a la cadena ABC, recordando la “paliza electoral” de los republicanos del 8 de noviembre.
La designación de Priebus fue vista como un gesto de Trump a la estructura del partido Republicano, tras una fría relación durante la campaña, y una señal de una gobernabilidad tranquila debido a sus lazos cercanos con el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
Del lado opuesto, Trump nombró como principal estratega y asesor a Steve Bannon, quien dirigió su campaña y es propietario del portal de noticias Breitbart News, caja de resonancia de sectores más a la derecha del partido Republicano y feroz crítico de la dirigencia de ese partido.
Su nombramiento levantó críticas de asociaciones antiracistas, que lo vinculan muy estrechamente con la ‘alt right’, una corriente que simpatiza con la supremacía blanca.
La Liga Antidifamación (ADL), una organización contra la discriminación de los judíos, criticó el nombramiento de Bannon señalando que “él y su ‘alt-right’ son hostiles al núcleo de valores estadounidenses”, dijo en Twitter su presidente Jonathan Greenblatt.
“Los supremacistas blancos serán representados en los más altos niveles en la Casa Blanca de Trump”, dijo un portavoz del líder de la minoría del Partido Demócrata en el Senado, Harry Reid.
Pero Conway rechazó la imagen de un hombre racista. “Estoy personalmente ofendida que pienses que yo dirigiría una campaña en la que esa fuese una de las filosofías. No lo era”, dijo.
“La gente debería echar una mirada a todo su currículo”, añadió, citando el diploma de Harvard de Steve Bannon, exbanquero de 62 años.
Bannon y Priebus arman un “buen equipo”, siguió Conway, señalando que “ambos tienen la cosa más importante: el jefe los escucha”.