El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió el domingo a sus ministros ser prudentes sobre la victoria de Donald Trump, después de sus declaraciones en el sentido de que un Estado palestino ya no sería de actualidad.
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Netanyahu ha mostrado prudencia desde la victoria del candidato republicano en las elecciones presidenciales estadounidenses del 8 de noviembre y se limitó a felicitarlo y a manifestar su intención de trabajar con él.
Pero varios ministros y diputados del ala dura de la mayoría aprovecharon el éxito de Trump para llamar a renunciar a la solución de dos Estados, israelí y palestino, que sirvió de base de las negociaciones durante años.
El ministro de Educación y líder de Hogar judío -un partido nacionalista religioso ferviente partidario de la colonización israelí en los territorios palestinos-, Naftali Bennett, proclamó la semana pasada que “la época de un Estado palestino pasó”.
En el consejo de ministros, Netanyahu afirmó por su lado que “el presidente electo Donald Trump y yo decidimos entrevistarnos pronto para discutir sobre los asuntos importantes de la agenda entre Estados Unidos e Israel”.
“Pido a todos los ministros, viceministros y parlamentarios hacer posible que la administración (estadounidense) que se instale formule con nosotros su política hacia Israel y la región utilizando canales adecuados y serenos y no por entrevistas y declaraciones”, agregó el primer ministro.
Israel se preocupa por la posibilidad de que el presidente Barack Obama pueda promover, antes de su salida del poder, el 20 de enero, una resolución en la ONU sobre el conflicto con los palestinos, a la que se opone el Estado hebreo.
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La administración estadounidense actual endureció sus críticas contra la colonización israelí en la Cisjordania ocupada y Jerusalén anexado.
Estados Unidos suministra cada año una ayuda militar de 3.000 millones de dólares.