Casi dos millones de puertorriqueños eligen el martes un nuevo gobernador en medio de una grave crisis fiscal y económica que ha llevado a muchos de ellos a emigrar a Estados Unidos.
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Entre los seis candidatos a la gobernación de Puerto Rico (Estado Libre Asociado), los favoritos son David Bernier, del oficialista Partido Popular Democrático (PPD), y Ricardo ‘Ricky’ Rosselló Nevares -hijo del exgobernador Pedro Rosselló-, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP).
Los 1,8 millones de electores seleccionarán también a los miembros de la Asamblea Legislativa de dos cámaras y a los alcaldes de los 78 municipios en que se divide geográficamente esta isla del Caribe de 3,5 millones de habitantes.
Puerto Rico, que padece su peor crisis en 60 años, afronta una deuda pública de 70.000 millones de dólares que la tiene en la insolvencia fiscal, a la par con una década de estancamiento económico.
Esta situación, que llevó a la degradación a chatarra de los bonos de Puerto Rico, forzó al actual gobernador Alejandro García Padilla a desistir de una posible reelección, dejando el camino expedito a su secretario de Estado, David Bernier.
Según una encuesta de Precision Research para Univisión divulgada el 27 de octubre, Ricardo Roselló lidera las preferencias (40%) sobre Bernier (28,9%).
Pese a que las elecciones no son plebiscitarias, Rosselló Nevares y su compañera de boleta Jenniffer González, aspirante a delegada en el Congreso en Washington, han hecho hincapié en que su eventual victoria representaría un avance hacia la integración plena a Estados Unidos.
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Se da por seguro que González ganará la banca en la Cámara de Representantes federal frente a Héctor Ferrer, del PPD.
En su discurso, Rosselló Nevares se ha comprometido a conducir a Puerto Rico por una “ruta de progreso”, contraponiendo la situación de inestabilidad fiscal de los últimos cuatro años.
Se espera “una participación de entre 70 y 80%”, dijo a la AFP el director de las Oficinas Electorales, Daniel González.
– Estamos preparados –
Desde que se estableció en 1952 el estado libre asociado a Estados Unidos -que invadió la isla en 1898- es la primera vez que habrá seis candidatos aspirando a la gobernación.
Además de Bernier, un odontólogo de 39 años, y Rosselló, neurocientífico de 37 años hijo del dos veces gobernante Pedro Rosselló, también aspiran a la gobernación la abogada María de Lourdes Santiago, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el catedrático Rafael Bernabe, del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), ambos de 57 años; y los independientes Manuel Cifre, comerciante de 64 años, y Alexandra Lúgaro, abogada de 35 años.
Nunca antes dos candidatos independientes habían logrado obtener las firmas requeridas para recibir el aval de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) de Puerto Rico.
La CEE estrenará el escrutinio electrónico y los comicios serán observados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y 15 miembros de la Misión de Observadores Electorales del Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y Sindicales (Cedhus), bajo la coordinación de Francisco Zambrano Campuzano.
El proceso de votación comenzó el domingo cuando correspondió sufragar a los presos de las 39 instituciones carcelarias que hay en el país, dijo González.
Las votaciones prosiguieron este lunes con los hospitalizados, aunque la cifra exacta de votantes no se pudo precisar.
La presidenta del CEE, Liza García, aclaró que la institución podrá enfrentar cualquier problema con el sistema eléctrico o reemplazar las máquinas del escrutinio electrónico que presenten problemas.
“Estamos preparados” para ofrecer unos resultados a más tardar a las 20H00 locales, aseguró.
Junto con las elecciones para la gobernación de Puerto Rico, la atención está centrada en la alcaldía (intendencia) de San Juan, donde la alcaldesa Carmen Yulín Cruz Soto, del PPD, busca la reelección para un segundo cuatrienio en un feudo del PNP, que lleva como candidato al exdiputado Leónides Díaz Urbina.