El Gobierno escocés quiere unirse a la disputa legal contra la decisión del Ejecutivo británico de lanzar el Brexit sin necesidad de una votación parlamentaria, anunció este martes la primera ministra, Nicola Sturgeon.
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El Alto Tribunal de Justicia de Londres dictaminó la semana pasada que el Gobierno deberá conseguir la aprobación de los diputados antes de activar el artículo 50 del tratado de Lisboa, que lanza el procedimiento de salida de la Unión Europea (UE), una decisión recurrida por el Ejecutivo británico.
El Tribunal Supremo comunicó este martes que estudiará el recurso del Gobierno entre el 5 y el 8 de diciembre y Sturgeon anunció su intención de unirse al caso.
“Hoy confirmo que el Lord Advocate (jefe de los procuradores del tribunal de justicia escocés) presentará una solicitud ante el Tribunal Supremo para intervenir en el recurso de apelación lanzado por el Gobierno británico tras la decisión del Alto Tribunal sobre el artículo 50”, dijo Sturgeon en una rueda de prensa.
El Alto Tribunal asestó el jueves un duro golpe al Gobierno conservador británico al sentenciar que los diputados deberán votar sobre el lanzamiento del procedimiento de salida de la UE.
Esta decisión suscitó el enojo de los defensores del Brexit, preocupados ante la posibilidad de que los parlamentarios pro-UE torpedeen el proceso que la primera ministra Theresa May tiene intención de lanzar antes de finales de marzo.
Los jueces del Alto Tribunal “decidieron sin ambigüedad que el Gobierno no puede utilizar sus prerrogativas reales para retirar derechos inscritos en la ley por el parlamento británico”, añadió Sturgeon.
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“Para el Gobierno escocés, está claro que la activación del artículo 50 afectará directamente los intereses y los derechos en Escocia”, añadió.
La líder del Partido Nacional Escocés (SNP) precisó, además, que su implicación en la disputa legal “no era un intento de bloquear el proceso” de salida de la UE, sino la expresión “de la voluntad democrática de los escoceses” y de la idea de que “las posturas del Parlamento Nacional no pueden ser ignoradas como si no importaran”.
Durante el referéndum del 23 junio, un 52% de los británicos se mostró a favor del Brexit, pero el 62% de los escoceses votó por la permanencia de Reino Unido en la UE.
Sturgeon volvió a plantear la posibilidad de un referéndum sobre la independencia de su territorio si los intereses de Escocia no se preservan durante el Brexit.