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El cubanoestadounidense Marco Rubio fue humillado por Donald Trump durante las primarias de su partido; sin embargo, la estrategia del senador por Florida ha sido apoyar al candidato republicano para defender la mayoría de su partido en la Cámara Alta.
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Rubio, que habla perfecto español y tiene el sólido apoyo de la comunidad latina en Florida, defiende su asiento contra el representante demócrata Patrick Murphy, gran defensor de causas medioambientales, que promete trabajar desde un enfoque bipartidista.
La competencia es seguida de cerca a nivel nacional porque los demócratas necesitan ganar sólo cuatro asientos para optar a la mayoría en el Senado, y, aunque los sondeos muestran una clara ventaja de Rubio, todo es posible en el imprevisible estado de Florida.
En el blog de política FiveThirtyEight, el analista Harry Enten ubicó Florida entre las 11 elecciones senatoriales -con un total de 34 asientos en disputa- que habrá que vigilar de cerca en las elecciones del martes.
Los demócratas tienen altas probabilidades de ganar en Illinois, Wisconsin y Pensilvania.
Queda por obtener un cuarto escaño para lograr un empate -que sería dirimido por el vicepresidente- o un quinto para ganar la mayoría.
Misuri, Nevada y New Hampshire “son los tres asientos donde muy probablemente se decida la mayoría del Senado”, escribió Enten.
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Pero también es plausible una victoria demócrata en Indiana, Carolina del Norte y, más lejanamente pero no imposible, en Florida.
De acuerdo con una encuesta de la Universidad Quinnipiac (Connecticut) divulgada este lunes, Rubio lidera holgadamente la contienda sobre Murphy (50-43).
En cambio, en la carrera presidencial, la diferencia entre la demócrata Hillary Clinton (46%) y Trump (45%) es mínima en Florida, un estado pendular clave para llegar a la Casa Blanca.
– La apuesta por Trump –
Rubio se retiró en marzo de las primarias republicanas, tras una humillante derrota en su estado frente a Trump, quien llamaba a su competidor “pequeño Marco” y se burlaba de su abundante sudor.
A pesar de la telenovelesca carrera de insultos que empañó las primarias, Rubio ha apoyado al candidato republicano desde que decidió a última hora aspirar a su reelección como senador por Florida para defender la mayoría republicana.
Esta decisión ha sido muy polémica, sobre todo después de que otros prominentes republicanos sí se hayan ido desligando eventualmente de Trump.
“En la política, uno tiene que tragar muchos sapos. Fue más que embarazosa su relación con Trump en las primarias y ahora también es embarazoso para él tener que apoyarlo”, explicó recientemente Eduardo Gamarra a la AFP, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida.
“Pero, Marco Rubio, solamente con el voto hispano no gana. Necesita el voto blanco conservador del norte de Florida”, destacó.
Y la tracción de Rubio entre los hispanos es tan fuerte que la impopularidad del magnate inmobiliario en este electorado, que desprecia a Trump profundamente, no le ha afectado.
Por eso, con esta estrategia considerada indigna por sus detractores, Rubio ha conseguido seducir tanto a sus fieles hispanos como a los blancos republicanos que votarán por Trump.
“Simplemente porque es cubano; los cubanos, que son muy solidarios con su gente, van a votar por él”, comentó Gamarra. “Lo interesante será ver cómo votan los puertorriqueños”, los cuales son mayoritariamente demócratas.
Murphy en cambio consigue atraer a segmentos como los demócratas no hispanos, los blancos con estudios superiores, los afroestadounidenses y los judíos, pero no consigue concitar el interés de los hispanos.
A pesar de las intensas campañas que han hecho a su favor Hillary Clinton y el presidente, Barack Obama, en sus frecuentes mítines en Florida, Murphy no es un candidato seductor.
“El representante Patrick Murphy no está consiguiendo el apoyo que necesita un demócrata entre las mujeres y los votantes no blancos para superar el liderazgo de Marco Rubio entre los hombres y los votantes blancos”, dijo Peter Brown, director adjunto de la Quinnipiac University Poll, centro encargado de uno de los sondeos de opinión pública más grandes del país.
De acuerdo con el Pew Research Center, ‘think tank’ con base en Washington DC, el 31% de los electores hispanos en Florida son de origen cubano.
Los hispanos en general componen el 18,1% del electorado de este estado de 20 millones de habitantes en el sureste del país.