Un alcalde filipino a quien el presidente Rodrigo Duterte había acusado de tráfico de drogas fue asesinado este sábado en la prisión donde estaba detenido, informó la policía de Filipinas.
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Se trata del segundo responsable local implicado en tráfico de drogas asesinado en dos semanas.
Duterte, de 71 años, ganó las elecciones en mayo pasado con la promesa de matar a miles de criminales para luchar contra el tráfico de drogas y ha puesto en marcha una guerra contra el narcotráfico que ha dejado más de 4.000 muertos.
En agosto, acusó a Rolando Espinosa, alcalde de la ciudad de Albuera, en la isla de Leyte, y a su hijo de tráfico de drogas y pidió que se rindieran. También ordenó a la policía que no dudaran en dispararles si intentaban huir.
Espinosa se rindió porque dijo temer por su vida y fue arrestado. Pero esta sábado la policía anunció que había sido asesinado en su celda después de haber disparado a los guardias durante una inspección en búsqueda de armas ilegales.
“Disparó al equipo de asalto. El equipo de asalto respondió y provocó al muerte del alcalde”, dijo a la AFP el inspector jefe de la policía local, Leo Laraga. Samsudin Dimaukom, otro alcalde acusado de tráfico de drogas, fue asesinado en octubre.