El presidente de Líbano, Michel Aoun, nombró este jueves a Saad Hariri, uno de los líderes políticos sunitas del país, primer ministro y le encargó formar un nuevo Gobierno.
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“Tras las necesarias consultas parlamentarias (…), el presidente convocó este jueves a Saad Hariri para encargarle formar Gobierno”, declaró Antoine Choukeir, jefe de gabinete de la presidencia en un comunicado.
Hariri vuelve al cargo de primer ministro cinco años después, pero le espera una tarea complicada: formar un ejecutivo con corrientes políticas opuestas.
La crisis siria divide profundamente la escena política libanesa, y, Hariri, enemigo del presidente Bashar al Asad, deberá lidiar con su eterno adversario, el movimiento chiita Hezbolá, cuyas tropas combaten junto a las fuerzas del régimen del país vecino.
En las consultas llevadas a cabo por Aoun, todos los grupos parlamentarios se mostraron a favor de Hariri, salvo aquellos vinculados a Damasco, entre ellos el de Hezbolá.
A sus 46 años, el hijo del multimillonario y primer ministro Rafic Hariri, asesinado en 2005, asume el cargo en un momento difícil.
Además, su posición en el seno de la comunidad sunita se ve cuestionada por radicales como el exministro de Justicia, Ashraf Rifi, que critica su “indolencia” ante Hezbolá.