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Las imágenes del rescate de Wahida se volvieron virales el fin de semana. La bebé de 4 meses fue encontrada bajo los escombros de un edificio destruido por bombardeos en Siria.
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Hasta allá llegó un rescatista, quien la encontró, la tomó entre sus brazos y aún sin saber si ella vivía o no, hizo todo por salvarla.
En medio del caos y el drama de la guerra, y con Wahida envuelta en su cálido abrazo, el rescatista rompió en llanto. Fue cuando ella también lloró. Estaba viva.
Wahida tiene cuatro meses de edad. Junto a su familia vivía en la ciudad siria de Idlib, la cual fue bombardeada esta semana.
“Yo estaba en la tienda cuando un avión comenzó con los bombardeos“, contó a medios locales Yehya Maatouq, padre de la menor. “Justo después de los bombardeos, corrí a la casa y encontré que todo el vecindario estaba de cabeza. Fui a lo que era mi casa y no encontré a nadie ahí“, agregó.
Maatouq reveló la peor parte: Su hija mayor y su esposa murieron en los bombardeos. “Una pared les cayó encima. Ojalá hubiera perdido todo, pero no a ellas“, dijo.
Para Maatouq, no existe una imagen de cómo va a ser su futuro y el de su hija. “Ya será de Dios. Nosotros no podemos manejar todo lo que hemos pasado“, contó.
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La guerra en Siria ha durado cinco años. En este tiempo se cuentan más de 400 mil muertos, además de 11 millones de personas se han desplazado, la gran mayoría hacia Europa, causando la más grande crisis de migración en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con datos de UNICEF, el 80 % de los niños en Siria han sido víctimas del conflicto armado, ya sea en el país o como migrantes. Esto se traduce en ocho millones 400 mil niños, de los cuales, cerca de 3 millones solamente conocen la guerra, pues tienen cinco años o menos de edad.