Pululan los casos de pederastía en la Iglesia Católica. Y son más célebres la manera en cómo se encubren algunos de ellos. Por supuesto, esto ha indignado a miles a nivel mundial. Y el último es el del sacerdote mexicano José Ataulfo García, quien confesó haber violado a 30 menores entre 5 y 10 años. El sacerdote, quien hizo esto con decenas de niñas en una comunidad indígena de Oaxaca, tiene VIH. Esto agravia lo que hizo. Pero eso no lo tuvo en cuenta la Arquidiócesis Primada de México, que lo absolvió. El hecho lo informó el sitio “Anonymous” de aquel país. La Iglesia Católica ha perdido crédito debido a cómo ha juzgado a sus sacerdotes por pedofilia. Recientemente, con el caso de García, se han hecho más denuncias contra miembros de la Iglesia Católica de México por pederastía. Pero lo que más indigna a muchos es que a pesar de pruebas y denuncias de organizaciones defensoras de los derechos de la niñez, los involucrados no han sido juzgados. Ahora bien, debido a que la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe en México liberó al sacerdote de cualquier acusación, el caso no ha trascendido judicialmente en la zona. No los afecta ni siquiera. Esto, debido al respeto que goza la institución religiosa en las comunidades indígenas de México y la influencia que tiene sobre algunos organismos gubernamentales. Aunado al hecho de que solo dos víctimas han denunciado oficialmente. Aunque en la Iglesia Católica se han tomado medidas para juzgar eficazmente a los pedófilos, en algunos casos, la corrupción prima. Asimismo, el periódico “Excelsior” citó las declaraciones del sacerdote Apolonio Merino Hernández. Este declaró que algunos curas de la región están implicados en casos de pederastia. Afirmó a su vez, que el 70% de ellos tienen hijos que son fruto de estas violaciones. Lo que dice el Vaticano Por un lado, en junio, la Santa Sede publicó un documento papal llamado “Como una madre amorosa”. En este se reformaron los artículos del Código de Derecho Canónico en los que se estipula la posibilidad de expulsar a un eclesiástico por “causas graves”. El Papa y la Iglesia quisieron reformar a quienes juzgan en este punto, pero casos como el de Oaxaca muestran que esto no funciona. Esto incluye la “negligencia” de los obispos en relación con los casos de abusos sexuales. Esto contrasta con lo que pasó en el caso del sacerdote García. Una de las madres de las menores violadas quería reunirse con el Papa Francisco. Recibió una respuesta negativa del Vaticano.
PUBLICIDAD
José Ataulfo García, sacerdote que confesó haber violado a 30 niñas en México, fue absuelto por la Iglesia Católica a pesar de las pruebas.