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El de Patrick Hardison fue un transplante que pasó a la historia. El bombero quedó desfigurado hace 15 años en cumplimiento de su trabajo y hoy vuelve a sonreír.
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Su operación fue el trasplante de rostro más extensivo de toda la humanidad. En 2001, el bombero salvaba a una mujer de morir en un incendio cuando sufrió las terribles quemaduras. Quedó totalmente desfigurado e irreconocible después de que su casco se le derritió en la cara.
El hombre de ahora 42 años de edad pasó 26 horas en el quirófano, en la cirugía más importante de este tipo. Su donador fue un ciclista de Nueva York llamado David Rodebaugh, de 26 años de edad, quien quedó con muerte cerebral después de un accidente de tránsito.
El rostro transplantado cubre totalmente su cráneo, además del cuello y ambas orejas. Un año después de la cirugía, Patrick Hardison ofreció una conferencia de prensa acompañado de su esposa, sus hijos y los médicos que lo han acompañado en este proceso.
“Estoy aquí hoy porque quiero que otros tengan esperanzas en esta industria“, contó Hardison. “Estoy muy orgulloso de compartir mi historia con otros bomberos, paramédicos y militares que hayan resultado heridos en algún momento”, añadió.
Después de 15 años del accidente que le cambió la vida, Patrick pudo volver a guiñar los ojos, incluso ya puede conducir un automóvil una vez más. Confesó que en junio pasado pudo visitar Disney World con su familia y también ya nadó una vez más.
“Soy un hombre normal”
Ahora Patrick Hardison se siente un hombre “normal”, a pesar de sus 71 cirugías reconstructivas y el trasplante. “Ahora puedo ver, comer, escuchar y respirar de manera normal“. Sobre la reacción de las personas al verlo, en estos 15 años ya se acostumbró a tener que soportar miradas, sin embargo, ahora son distintas: “Me ven y piensan que algo me pasó, pero no se preguntan que si tuve un transplante de rostro”.