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El pasado jueves 7 de julio, ocurrió en Estados Unidos la peor matanza de policías desde el 11 de septiembre de 2001. Cinco oficiales murieron y otros seis resultaron heridos cuando un hombre de 25 años disparó mientras se realizaba una manifestación del movimiento “Black Lives Matter”, contra el abuso policial hacia afroamericanos.
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El Departamento de Policía de Dallas, en Texas, confirmó que el tirador murió atacado con un robot utilizado para desactivar objetos explosivos. Este es el primer caso en el que se usa un robot de este tipo para matar a una persona.
David Brown, jefe del Departamento de Policía de Dallas, informó que se utilizó el robot cuando las negociaciones con el sospechoso no dieron resultados: “No vimos otra opción más que utilizar nuestro robot para desactivar bombas y colocar un dispositivo para que detonara en donde el sospechoso estaba. Cualquier otra opción habría puesto en peligro a nuestros oficiales”.
Peter W. Singer, experto tecnológico en seguridad nacional y usos militares, publicó en Twitter que, efectivamente, es la primera vez que se utiliza un robot letal para matar a alguien en Estados Unidos: “Marcbot ha sido utilizado de esta forma por las tropas estadounidenses en Irak”.
Getty Images Foto:
¿Cómo funcionan este tipo de robots?
Existen diversos modelos de estos robots alrededor del mundo. Algunas de su principales características son: se pueden desplazar, son ligeros (algunos no pesan más de 25 kilogramos) y tienen brazos móviles; además de sistemas visuales y auditivos.
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Su principal función es recoger dispositivos que puedan explotar. Aunque llegan a ser caros, su costo no es comparable con el de la vida humana y han existido casos de robots que resisten a explosiones y simplemente necesitan alguna reparación menor.
Otra de sus funciones es ser “negociadores” en situaciones de tensión. Al no estar visiblemente armados, relativamente no representan un peligro para los tiradores, entonces, pueden acercarse al sospechoso y servir como un mecanismo de comunicación a través de su cámara y sistemas de audio.
Abuso de poder
Una de las principales controversias es el posible abuso policial que esto representa. Robert Louden, ex jefe de negociadores del Departamento de Policía de Nueva York, comentó en entrevista con el periódico “The New York Times” lo siguiente: “¿Vamos a poner en peligro a nuestros oficiales? ¿O vamos a hacer algo único y que probablemente soporte todas las pruebas legales para justificar el abuso de la fuerza?”.