0 of 7
Este 7 de julio se volverá realidad el sueño de la bióloga Kate Rubins: convertirse en astronauta. De hecho, será la primera mujer en viajar a la Estación Espacial Internacional desde 2014.
PUBLICIDAD
Rubins es parte de la misión 48/49 de la NASA, que está integrada por el astronauta ruso Anatoly Ivanishin y su colega japonés, Takuya Onishi. Los tres permanecerán cerca de cuatro meses en la Estación Espacial Internacional, y su regreso se espera para el próximo mes de octubre.
Forma parte de la misión 48/49 de la NASA Centro Espacial Johnson – NASA Foto:
En las primeras horas de este 7 de julio comenzará en Kazajistán el recorrido de los astronautas. Pasarán dos días dando 34 vueltas al planeta para probar la nueva versión de la cápsula Soyuz, y llegarán el próximo 9 de julio al único laboratorio ubicado en la órbita terrestre.
Completó su entrenamiento en 2009 Centro Espacial Johnson – NASA Foto:
Pero, ¿quién es Kate Rubins?
“Nunca pensé que la NASA escogiera a biólogos para trabajar en el espacio”, declaró hace unos meses la investigadora a la revista Nature y añadió: “Me hubiera arrepentido de no haber enviado mi aplicación”.
PUBLICIDAD
Kathleen Rubins fue seleccionada por la NASA para convertirse en astronauta en 2009, año en el que completó su entrenamiento. Sin embargo, tuvieron que pasar siete años para realizar su primer viaje espacial.
Su sueño de la infancia había sido ser astronauta, pero al llegar la edad adulta escogió una vida totalmente diferente. Estudió la licenciatura en Biología Molecular en la Universidad de California, en San Diego, en 1999 y obtuvo un doctorado en Biología del Cáncer en la Universidad de Stanford, en 2005. Ha publicado diversas investigaciones relacionadas con el VIH, ébola y cáncer.
Sin embargo, siempre fue su sueño ser astronauta Centro Espacial Johnson – NASA Foto:
Entonces, ¿qué va a hacer en el espacio?
La investigadora realizará una serie de experimentos enfocados en investigar la biología del ser humano en el espacio, específicamente, la forma en la que los huesos y el sistema cardiovascular se ven afectados por vivir con poca gravedad. ¿Para qué? Para mejorar proyectos a futuro, como lo es la conquista de Marte en la década de 2030.
Otro de sus objetivos será trabajar en la secuenciación del ADN en la Estación Espacial internacional, que “permitirá conocer los efectos en tiempo real de la microgravedad en el ser humano, en vez de tomar una imagen antes de despegar y compararla con una al regreso del astronauta“, explicó a la revista mencionada.