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En general, el cristianismo acepta la ciencia como parte del bienestar de sus feligreses. Las comunidades menos radicales aprueban el uso de vacunas y de medicamentos para curar las enfermedades. Y más allá de la religión, cualquier persona con sentido común iría de urgencias si su salud se viese comprometida. Pero eso no pasó con dos personas que se pusieron a rezar y dejaron a su hijo agonizando.
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Fiscalía de Alberta Foto:
El pobre Alexandru Radita murió ante la negligencia de sus padres, que prefirieron hacer la “voluntad de Dios” o interpretarla negándole a su hijo cualquier capacidad de atención médica. El muchacho se murió en Calgary, Canadá, hace tres años, por pura inanición y negligencia. Una sepsis bacterial lo remató luego de una diabetes que nadie se preocupó en tratarle.
Agonizó por dos horas antes de que sus padres llamaran al 911. Eso, luego de ir a la iglesia.
Cuando los paramédicos llegaron no había nada que hacer. El joven ya no respiraba, reportó el periódico “Canada’s National Post”.
¿Y qué hicieron los padres en dos horas? ¿Qué hicieron Emil y Rodica Radita mientras su hijo agonizaba? Pues rezar y nada más. No llevaron a Alexandru al hospital porque “no le gustaban”, afirmó Shauna Mitchell, investigadora del caso que testificó contra los padres en el juicio posterior a la muerte.
El muchacho, de 15 años, solo pesaba 16 kilos (37 libras) cuando murió el 7 de mayo de 2013. Diez días después del deceso, un experto en diabetes infantil diagnosticó lo obvio y lo macabro, que Alexandru estaba en “severo estado de malnutrición y no fue atendido apropiadamente por su enfermedad”.
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Este, de 15 años, por todo el hambre que pasó y por los padecimientos de su enfermedad, aparentaba 5 años menos. Parecía un esqueleto viviente, afirmaron los investigadores, horrorizados por el caso.
Por supuesto, los padres fueron sospechosos de la muerte del muchacho de inmediato. Pero solo en 2014 fueron arrestados por homicidio en primer grado. Ellos se declararon no culpables cuando su juicio comenzó el pasado 26 de mayo. Este continuará el próximo jueves.
En la galería verán la reticencia de algunos padres estadounidenses hacia las vacunas y lo que ha causado esto en aquel país.