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Un refugio de animales silvestres pide acabar con la crianza y cuidado de los tigres blancos, ya que “nunca existieron en la naturaleza” y fueron una creación genética del ser humano.
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Se trata del refugio Tupertine Creek, ubicado en Arkansas, Estados Unidos, en donde se encuentra “Kenny”, un tigre blanco con notorios problemas genéticos y que fue rescatado en el año 2000, cuando tenía dos años.
“Los tigres blancos no son una especie, no están en peligro de extinción porque no están en la naturaleza”, explica Susan Bass, congresista de Florida, al sitio “The Dodo”.
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“Un tigre blanco no se ve en la naturaleza desde la década de los años 50, cuando nació un cachorro de ese color. La persona que lo encontró lo alejó de su madre y, hoy, todos los tigres blancos son descendientes de ese tigre blanco original”, explicó Bass.
Por lo que, para tener más tigres blancos, durante años han hecho que se cruzen entre hermanos y miembros de la misma familia, reporta el medio citado.