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La joven Sarah Conque, una terapeuta infantil, llegó a Haití en 2013 para trabajar en el Centro Médico de Niños “Danita”.
Un año después de su llegada, una mujer de la localidad la visitó con su “sobrina”, quien padece hidrocefalia, enfermedad que afecta a los niños en la que se acumula líquido en el cráneo y con eso se produce la hinchazón del cerebro.
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Días después Sarah fue a visitarlas y se encontró con la bebé en el suelo, al lado de la basura y pesaba cinco libras aproximadamente. Su estado era crítico y Conque convenció a la “tía”, según contó en su Facebook, de cuidar a su hija en el centro, sin imaginar que su vida y la de Nika cambiaría para siempre.
La mujer aceptó pero como los doctores no le daban más de un año de vida, ya que los niños que padecen esa enfermedad mueren antes de su primer año, decidió abandonarla.
Por suerte, la salud de Nika empezó a mejorar y luego de dos años de recuperación y diversas cirugías, la circunferencia de su cabeza ha disminuido casi 5 centímetros y también perdió más de dos kilogramos de fluido.
La estadounidense de 28 años la adoptó y ahora la pequeña lleva una vida sana junto a Sarah y su novio Stephen viviendo en Louisiana, Estados Unidos.
