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En un informe publicado este lunes, la Unicef advirtió que alrededor de 3.7 millones de niños han nacido y crecido en un contexto de guerra, “violencia, miedo y desarraigo” en Siria.
“Todo niño de hasta 5 años no conoce la Siria que recuerdan sus padres. Las bombas han dejado en ruinas las escuelas, hospitales y parques“, denuncia el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas en el informe titulado “No es un lugar para los niños”.
El conflicto afecta actualmente a 8,4 millones de niños sirios, es decir a más del 80 por ciento de los niños, ya sea en Siria o en el exilio, según Unicef.
“Cinco años después (del inicio de) la guerra, millones de niños han crecido demasiado rápido“, lamenta Peter Salama, director de la Unicef para Medio Oriente y África del Norte. “Siguen abandonando la escuela, y muchos tienen que trabajar, mientras que las niñas se casan a temprana edad“.
En este sombrío contexto se esboza una frágil esperanza desde la entrada en vigor el 27 de febrero de una tregua y el inicio de negociaciones entre el régimen y la oposición el lunes en Ginebra.
