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Un juzgado de Sevilla condenó a Adrián Manuel Moreno a seis meses de prisión por robar una bicicleta hace 8 años.
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Poco se podía imaginar Adrián que una “chiquillada” a los 18 años lo llevaría a prisión 8 años después, dejando a su mujer y sus dos hijos sin ningún ingreso.
“Lo llego a saber y voy andando hacia casa“, dijo a la AFP, pocos días después de notificársele que debe entrar a prisión el próximo 15 de marzo para cumplir su pena.
Su delito, según él, fue montar una bicicleta del servicio público de alquiler de Sevilla que un amigo suyo encontró tirada en la calle, mientras esperaban su autobús tras salir de una fiesta.
“Mi amigo apareció con la bicicleta y me dijo: ‘¿Vamos para casa, no?‘ Yo me monté, con mi amigo pedaleando y fuimos para nuestro barrio hasta que nos paró la policía”, recuerda.
En 2010, un juzgado de Sevilla lo condenó a 6 meses de cárcel por hurto. Su amigo, entonces menor de edad y autor confeso del delito, recibió una multa de 200 euros.
Tras 5 años de batalla judicial, el juzgado ratificó su sentencia en junio de 2015 y descartó la posibilidad de sustituir la pena por una multa o trabajos sociales, como permite la ley española para las condenas inferiores a dos años.
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“La gente cambia mucho en ocho años. Tenía 18 años, son chiquilladas pero no hice daño a nadie“, se defiende.
Ahora, Adrián tiene 26 años, una mujer en paro y dos hijos de dos y un año. Tiene trabajo como ayudante de cocina en un restaurante pero lo perderá al entrar en prisión, dejando a su familia sin ingresos.
“Esto me parte la vida. Y lo va a pagar mi familia que no tendrá para comer, para ropa, para material escolar“, dijo.