La llegada del invierno representa una amenaza para los refugiados que continúan arriesgando sus vidas para llegar a Europa.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), alertó sobre las consecuencias que pueden tener las bajas temperaturas en cientos de personas.
Babar Baloch, portavoz de la organización, exhortó a los líderes de los países europeos que atienden la crisis a tener un plan para enfrentar el mal tiempo y los problemas que les traerá a los refugiados.
De acuerdo con el periódico argentino “El Clarín“, los refugiados que viven en campamentos en Europa oriental y central serán los más afectados.
Pro Asyl indicó que los países europeo deben mejorar la asistencia que ofrecen y así evitar “muchos muertos“.
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