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Paraguay, la última parada de su viaje apostólico, vivió con intensidad el segundo día de actividades del Papa Francisco en el país.
Durante este día, Francisco visitó el Hospital Infantil Niños de Acota Ñu, ubicado en la localidad de San Lorenzo, en donde compartió con 90 menores de edad. Los niños le mostraron a Francisco algunos de sus trabajos realizados en el aula del sanatorio.
Más tarde, el Sumo Pontífice celebró una misa multitudinaria en el santuario de la Virgen de Caacupé, en donde puso de ejemplo la “vida difícil” de la Vírgen María para superar los momentos problemáticos que han vivido las mujeres paraguayas.
“Cuando todo parecía derrumbarse, junto a María se decían: ‘No temamos, el Señor está con nosotras, está con nuestro Pueblo, con nuestras familias, hagamos lo que Él nos diga"”, explicó Francisco, refiriéndose a las mujeres que ayudaron a reconstruir el país después de la Guerra de la Triple Alianza (1865 – 1870).
Francisco utilizó el mismo Peugeot 405 SR color blanco que trasladó a Juan Pablo II en 1988, primer papa que visitó el país.
En la tarde, Francisco sostuvo un encuentro con representantes de la sociedad civil, ante quienes criticó las ideologías: “Siempre terminaron en dictaduras”.
Señaló que la corrupción es la “gangrena de un pueblo” y invitó a las sociedades a “no seguir un modelo económico dictatorial. En la economía, en la empresa, lo primero es siempre la persona y el hábitat donde vive”, señaló.
Por último, el Papa sostendrá un encuentro con la comunidad eclesiástica en la Catedral de Asunción.