El Papa arribó acompañado de cánticos al Santuario de la Divina Misericordia, en Ecuador, donde oró frente al altar.
Luego se dirigió brevemente a los feligreses congregados, a los que lo invitó a rezar un Ave María. Al finalizar, dio la bendición a los presentes diciendo: “Antes de irme, les doy la bendición pero no les voy a cobrar nada, pero les pido por favor que recen por mí. ¿Me lo prometen?”
A lo que el auditorio respondió con un contudente sí.
El Papa Francisco fue recibido con ovación en Guayaquil. Funcionarios de Gobierno, como el vicepresidente Jorge Glas; municipales, como el alcalde de la ciudad, Jaime Nebot; delegados de la Iglesia, y niños de diferentes parroquias, los monaguillos, que hicieron la calle de honor, tuvieron la oportunidad de abrazarlo y recibir su bendición.
En el video se puede ver como uno de ellos pudo fotografiarse con un ‘selfie’ con el Santo Padre.