Juan Manuel Santos: “Los diálogos de paz cuestan muchísimo menos que la guerra”

El mandatario colombiano conversó con Publinews sobre qué le quita el sueño, cómo piensa ser recordado como mandatario y de sus gustos personales habla en estas líneas.

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Con un segundo periodo como presidente a cuestas y las negociaciones de paz que buscan acabar con el conflicto armado, el mandatario colombiano conversó con Publinews Internacional sobre la importancia que tiene cerrar una etapa de la historia marcada por la violencia y la guerrilla de las FARC. Santos vive una etapa de avance de la economía y tiene una visión clara sobre los temas en los que se ha mostrado abierto a discutir.

¿Cómo recibió la noticia de los últimos atentados, de lado y lado, entre las FARC y el gobierno? ¿Cree usted que peligra un acuerdo de paz con esta escalada de violencia?
Estamos en La Habana justamente para terminar la guerra. Esta es una travesía larga y llena de obstáculos, pero los vamos a superar. Mi mayor deseo es que lleguemos pronto a un acuerdo final para dedicar todos nuestros esfuerzos a construir la paz que tanto necesita y espera el país.

¿Existe la posibilidad de que ante los últimos hechos y el fin del cese al fuego, las negociaciones en La Habana se suspendan?
No se han suspendido. Este es un momento complejo, pero así han funcionado las negociaciones desde sus inicios. Las dos partes estamos comprometidas en sacar la paz adelante y la vamos a sacar.

Sin duda uno de los grandes objetivos de su gobierno es lograr la paz en Colombia, un hecho que sería histórico y lo dejaría en los registros de la patria. ¿Qué tan cerca o tan lejos ve la posibilidad de lograr un acuerdo con las FARC?
No busco la paz por vanidad personal o para pasar a la historia. No es la paz de Juan Manuel Santos, sino la de todos los colombianos; no podemos seguir desangrándonos en esta guerra que ya lleva medio siglo. Las negociaciones con las FARC han tenido avances significativos. Los puntos que quedan pendientes son complejos y requieren detenimiento y mesura. Espero que concluyan en un plazo prudencial, la paciencia de los colombianos no es infinita. Por eso les he pedido a los negociadores acelerar el proceso, pero no puedo casarme con fechas límites.

Durante los últimos meses hemos vivido situaciones complejas en la relación con las FARC en las zonas de conflicto. ¿Cómo vivió los días posteriores a conocerse el ataque de la guerrilla en el Cauca, donde murieron 11 militares?, ¿no siente que las FARC traicionaron la palabra acordada?
Las FARC faltaron a su propia promesa de mantener un cese al fuego unilateral e indefinido. Como presidente y como colombiano me dolió muchísimo el asesinato de estos soldados. Cada vida que se pierde en la guerra –no importa de qué bando se trate– es una pérdida para todos los colombianos porque estamos sacrificando inútilmente toda una generación de jóvenes. Es justamente por eso que tenemos que lograr la paz. Para que hechos como estos no se sigan repitiendo.

Los diálogos de paz en La Habana han sido un gran logro y avance para el proceso de paz. ¿Cuánto dinero le cuestan al año a Colombia?
Los diálogos de paz cuestan muchísimo menos que la guerra que necesitamos parar. ¿Se imagina cuánto podría invertirse en desarrollo del país si los recursos que destinamos a la guerra los destináramos más bien a hospitales, a escuelas, a generar más empleo, a hacer más carreteras?

Presidente Santos, ¿dejará firmada la paz?
Yo aspiro a que sí. Ese es el mayor legado que podemos dejarles a nuestros hijos: un país en paz.

Supongamos que la deja firmada, ¿cuál sería el principal desafío de su sucesor en la Presidencia en este tema?
El principal desafío, por supuesto, será la implementación de los acuerdos y la consolidación de la paz en un periodo de posconflicto. El solo silenciamiento de los fusiles no garantiza la paz. Hay que trabajar incansablemente, sobre todo desde las regiones y con las regiones, para que el Estado llegue, con toda su oferta institucional y con una robusta apuesta en la equidad social y la generación de oportunidades, a las zonas que estuvieron tanto tiempo afectadas por el conflicto.

A raíz de las negociaciones de paz, a nivel latinoamericano los ojos de los presidentes de varios países están puestos sobre Colombia. ¿Qué países han sido relevantes en el proceso?, ¿qué apoyos y respaldos ha recibido de algunos países de la región?
Todos los países han sido muy solidarios y nos han apoyado. Tenemos especial gratitud con Cuba y Noruega, que han sido facilitadores en el proceso que adelantamos. Además, valoramos el papel de Cuba como anfitrión de la mesa, y les agradecemos a Chile y Venezuela, que han sido acompañantes. El respaldo internacional ha sido masivo en todos los rincones del planeta. La última manifestación se dio en la Cumbre de las Américas en Panamá, donde todos los mandatarios, además de los secretarios de la ONU y la OEA, manifestaron su apoyo a nuestro proceso. Fue muy gratificante sentir esa solidaridad y su sincero deseo de que tengamos un futuro en paz.

¿Qué opina de los colombianos que no creen en este proceso de buscar la paz que lleva el gobierno?, ¿cómo les responde a personajes como Álvaro Uribe y el procurador Alejandro Ordóñez, entre otros, sobre sus críticas al proceso de paz?
Respeto las críticas. Ese es el talante de mi gobierno: la libertad de opinión y expresión. Pero las críticas, para ser constructivas, tienen que basarse en hechos, en realidades. Lo que no podemos aceptar es la crítica basada en mentiras. Todos queremos una buena paz, una paz justa. Ojalá al final nos podamos poner de acuerdo sobre esto.

Muchas de las discusiones públicas sobre la paz se han realizado por medio de las redes sociales. Incluso usted se ha vuelto muy activo en Twitter respondiendo a sus contrincantes políticos. ¿Le parece que estos temas deben ser discutidos en estos espacios digitales?
Twitter es una plataforma que tiene un alto impacto por su inmediatez y alcance, pero no da lugar al análisis. Prefiero la argumentación tranquila y profunda, más que los trinos repentistas, sobre todo en asuntos como la paz, que no son en blanco y negro. Sin embargo, en un mundo que tiende cada vez a ser más digital, hay que oír lo que se dice en las redes y participar en ellas, particularmente porque es el escenario preferido por los jóvenes.

SEGUNDO PERIODO PRESIDENCIAL Y GOBIERNO
SUS PREOCUPACIONES

¿Educación, Defensa, Salud, Hacienda?, ¿cuál de estos ministerios es el que le quita más el sueño durante estos días?, ¿por qué?
Ninguno en particular, en general duermo bien. Tengo confianza en mi equipo. Sé que al frente de cada uno de los ministerios tengo personas capaces, responsables y comprometidas con el país. 

¿Cuál cree que ha sido la peor crisis de su gobierno?
Sin duda la ola invernal de 2010 y 2011, que generó millones de damnificados y nos puso a trabajar a todos sin descanso para atender a los miles de afectados y conjurar los riesgos. Fue el peor desastre natural de nuestra historia. Pero de todo se aprende y atender esta emergencia nos enseñó mucho. Fortalecimos nuestro sistema de control de riesgos y nuestra capacidad de responder efectiva y oportunamente a las necesidades de los afectados.

¿Por qué parece que la gente protesta más ahora que en el pasado?
Es lo que sucede en los países que progresan. En nuestro país 4.5 millones de colombianos dejaron de resignarse a estar en la trampa de la pobreza y salieron a la clase media. Son ciudadanos que ahora aspiran a mejor educación, empleo, vivienda, servicios de salud y oportunidades, y que en ocasiones los reclaman públicamente. Y en este gobierno respetamos la libertad de expresión y la crítica de los ciudadanos, no reprimimos la protesta. La apertura democrática es mayor ahora que nunca, y los medios de comunicación –particularmente los digitales– son una gran caja de resonancia para estas expresiones sociales.

¿Cuál es su proyección para la economía colombiana para este año?
Aunque muy probablemente el crecimiento será menor que el de 2014, en todo caso aspiramos a que siga siendo mayor que el promedio de las economías de la región, tal como pasó el año pasado.

Hace pocos días usted habló de la necesidad de reactivar la economía y este año será un año fiscal difícil. ¿Cuáles serán las cinco medidas más básicas que aplicará su gobierno para que la economía colombiana mantenga un buen ritmo de crecimiento?
Pensando en eso, precisamente, el pasado jueves lanzamos la segunda versión del Plan de Impulso a la Producción y el Empleo (Pipe 2.0). Es un plan para optimizar los recursos y potenciar las oportunidades que se nos presentan en esta nueva
coyuntura (Ver recuadro).

Un aspecto positivo de su gobierno ha sido que no se ha enfrascado en peleas con los países vecinos. ¿Cómo ha hecho para lograr esta buena relación?, ¿cómo ve las relaciones entre nuestro país y Venezuela, que claramente vive una crisis de su modelo económico-social?
Entendí, desde el primer momento, que cuando los líderes pelean son los pueblos los que sufren. Con vecinos como Venezuela o Ecuador podemos no compartir sus modelos políticos o económicos, pero basamos nuestras relaciones en un respeto y una amistad que priman sobre las diferencias. Es decir, colaboramos sobre lo que nos une y nos respetamos las diferencias, como debe suceder en cualquier relación.
 
¿Con qué presidentes de Latinoamérica tiene una excelente relación? ¿Admira a alguno de ellos?
Tengo muy buenas relaciones con todos los presidentes de América Latina y a todos los admiro. El solo hecho de llegar a ser presidente representa un esfuerzo monumental.

En la región los temas de corrupción y falta de probidad están de moda: Chile, Brasil o Argentina son solo parte de los países afectados por este tema. ¿Cree que su gobierno ha sido probo y no ha tenido problemas de este tipo hoy, ni los tendrá luego de su salida?

Me honro de tener un equipo de gobierno que nunca ha sido acusado de corrupción. Hemos sido especialmente cuidadosos en vigilar la transparencia del gobierno. Espero que, tal como pasó en mi primer periodo, ningún escándalo de este tipo se presente. Estamos tomando los controles necesarios y nombrando a la gente más idónea en los cargos de responsabilidad. Adicionalmente, cada día contamos con más y más plataformas digitales donde se puede verificar en qué está nuestro gobierno: los contratos, las licitaciones, las compras y las regalías.  

Ejerció el periodismo durante mucho tiempo. Sabemos de su cariño por la redacción, la gramática y el correcto uso del lenguaje. ¿Cómo ve a los medios de comunicación en Colombia y en el mundo?, ¿considera que hacen un buen trabajo?
Conozco muy bien y admiro mucho los medios de comunicación de nuestro país. Son medios profesionales, valientes y, en su mayoría, objetivos. Sé que su papel es alertar, como perros guardianes, sobre los peligros y las amenazas a la sociedad, pero no estaría mal que también les transmitieran más esperanza a los colombianos, dando realce a tantas cosas buenas que pasan en nuestro país. Porque pasan y están pasando, y muchas veces solo son noticia de fin de noticiero o un bocadillo. Deberían estar en un lugar privilegiado en los medios.

En cuestión de valores su gobierno se ha mostrado muy abierto a favor de la comunidad LGBTI, abierto a estudiar la legalización de drogas blandas y a regularizar temas como la muerte digna. ¿Se considera, en cuanto a valores, como alguien conservador o progresista?, ¿le parece que Colombia es hoy un país abierto a estos temas?
Soy una persona de talante liberal y progresista, dentro de una tradición de respeto a la dignidad humana. Mi papel es hacer que se respeten las decisiones individuales por encima del estado de opinión que algunos intentan imponernos. No vamos a echar para atrás en materia de derechos. Creo en que una pareja del mismo sexo tiene que tener los derechos que otros tienen, que el tema de las drogas va mucho más allá de su concepción policial y considero que la posibilidad de solicitar la muerte digna en casos terminales es de absoluta humanidad y del fuero íntimo de cada quien. Pienso que los colombianos son cada vez más abiertos a aceptar y respetar lo diferente, y eso está bien porque la tolerancia es la base de una sociedad pacífica.

Vimos una foto de su esposa saludando amablemente a Lina Moreno de Uribe, ¿para cuándo el abrazo amistoso de Uribe con Santos?
Más que un abrazo, que es un símbolo, lo que muchos esperamos es ver al expresidente Uribe trabajando constructivamente por la paz. Ojalá eso se pueda dar pronto. Yo sería el más complacido.

¿Cómo recordarán los colombianos al presidente Santos?
Espero que me recuerden como un presidente que dejó el país en paz, con más justicia social y mejor educado.

Santos más personal

“No soy bueno con la tecnología”
¿Qué tan importante es en su vida su familia?, ¿cómo se conecta con sus hijos para saber cómo están todos los días?
Hablo con mis hijos todos los días y aprovecho cualquier momento posible para estar con ellos, así como con María Clemencia. El trabajo quita mucho tiempo, pero siempre tengo claro que la familia es una prioridad en mi vida.

¿Es experto en usar su celular?, ¿Android o iOS?, ¿usa WhatsApp?
No soy tan bueno con las tecnologías como mis hijos, que me enseñan mucho, pero trato de estar al día y de que el país esté a la vanguardia. El Twitter, por ejemplo, se ha convertido en una gran herramienta de comunicación que utilizo con mucha frecuencia.

¿Qué hace el presidente en el poco tiempo libre que tiene?
Sobre todo compartir el tiempo con mi familia. Leo, además, cada vez que puedo. Me encantan la historia y las biografías.

¿Tiene mascota?, ¿prefiere los gatos o los perros?

Los perros, toda la vida. Ahora tenemos tres: Julio, Nicanor y Pepita.

¿Qué tan juicioso es con la comida?
La verdad me cuido bastante y procuro comer saludable. Pero nunca deja de provocarme un buen chicharrón, una bandeja paisa o unos chocolates para el postre.

¿Quién viste al presidente?, ¿usted, su esposa u otros deciden sus looks?
María Clemencia me ayuda mucho, mi hija me da línea y, de vez en cuando, yo tengo voz y voto.

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