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El juez ha abierto diligencias por delito de lesiones y contra la integridad moral, que pueden acarrear penas de prisión, a raíz de la denuncia de la mujer a quien un joven derribó de una patada en la avenida Diagonal de Barcelona mientras sus amigos le grababan en vídeo.
El joven de 24 años fue grabado por sus amigos el pasado 22 de febrero cuando, entre risas, derribó de una patada en el tobillo a una mujer de 48 años que esperaba un taxi en la avenida Diagonal de Barcelona, en un video que se convirtió en viral a través de las redes sociales, informan medios españoles.
El pasado 3 de marzo, y ante la repercusión del asunto, el autor de la patada se presentó en la comisaría de la Policía Nacional de Talavera de la Reina, donde se le tomó declaración como imputado por un delito de vejaciones, a la espera de que lo citara el juez de Barcelona en el que recayó la denuncia presentada por la víctima.
El magistrado, Miguel Ángel Tabarés, ha decidido tramitar la agresión por los delitos de lesiones y contra la integridad moral, castigados con penas de hasta cinco y dos años de prisión, respectivamente, en función de la gravedad de los hechos.
De hecho, para averiguar el alcance de las lesiones causadas a la víctima, el juez instructor ha ordenado a un forense que efectúe un reconocimiento médico de la mujer, que en su denuncia ante los Mossos d’Esquadra aportó un parte médico que acreditaba que había sufrido un esguince debido a la violenta patada.
El magistrado también ha encargado a los Mossos d’Esquadra un informe sobre los hechos, en el que identifiquen de forma oficial al autor de la patada, así como a las personas responsables de la grabación de la agresión, han añadido las mismas fuentes.
El autor de la agresión, que borró todas las fotografías relacionadas con la patada de sus cuentas de internet, decidió entregarse en la comisaría de la Policía Nacional de Talavera de la Reina cuando las informaciones de los medios locales daban por hecho que los agentes había estrechado el cerco sobre el agresor.
Los Mossos d’Esquadra, que habían pedido colaboración ciudadana a través de las redes sociales para identificar al agresor, recibieron decenas de comunicaciones ofreciendo pistas.
