El fotógrafo madrileño Chema Madoz siempre se ha caracterizado por sus fotografías surrealistas en las que, con la superposición de diferentes elementos, crea escenarios ídilicos y sugerentes situaciones. El artista, reconocido por ser el Premio Nacional de fotografía en España en el año 2000, defiende que su papel es, ante todo, de fotógrafo y no de artista conceptual o poeta visual como otra gente lo ha intentado etiquetar.
El universo de Madoz nos hace viajar en un mundo donde las nubes pueden vivir dentro de una jaula, una cuchara puede proyectar la sombra de un tenedor o donde unas cerillas, genuinamente colocadas, pueden representar un grupo de espermatozoides. Estas imágenes alteradas se rigen bajo una sola premisa: nada es lo que parece.
También:
GALERÍA: Los retoques fotográficos más escandalosos