Foto: Agencias
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Ayer, en los comicios de Bolivia, se definió que Evo Morales seguirá como presidente del país hasta 2020, y el oficialismo obtuvo la mayoría absoluta en la composición de la nueva Asamblea Legislativa.
Morales obtuvo más del 60% de los votos, mientras que su inmediato contendiente, el empresario centrista Samuel Doria Medina, recibió 25% de los votos.
El mandatario, un férreo defensor de la hoja de coca y furioso crítico de Estados Unidos, votó a primera hora en el Chapare, Cochabamba, la zona cocalera de donde es oriundo. Luego regresó a La Paz para festejar y dar un mensaje en la noche a sus seguidores desde el Palacio Quemado, la sede del gobierno frente a la histórica Plaza Murillo.
Unos seis millones de bolivianos fueron convocados a las urnas para una votación que se extendió por ocho horas y en las que hubo una alta participación. Todos los sondeos de la última semana le dieron al actual presidente una intención de voto cercana al 60 por ciento, con 40 puntos de ventaja sobre su inmediato contendiente, el empresario centrista Samuel Doria Media, y 11 del expresidente liberal Jorge “Tuto” Quiroga.
Incluso el influyente sector empresarial de Santa Cruz, motor económico del país, inicialmente la oposición más dura a la política indigenista, antiestadounidense y estatista de Morales, se ha volcado paulatinamente en su apoyo favorecido por el crecimiento económico y el buen desempeño de los negocios.
Según el FMI, Bolivia puede lograr este año un crecimiento del PBI de 6.5 por ciento, el mayor en la región.
Rumores
“Tal vez algunos quisieran al Evo accidentado o al Evo sin vida. No van a poder”, señaló Evo Morales, presidente de Bolivia, acerca de un tuit falso en el que se anunció su muerte tras un accidente
Agencias