Renuncia primer ministro de Yemen debido al conflicto

Tras varios días de enfrentamientos en la capital del país, Saná, Mohammed Basindawa presentó su dimisión a la jefatura. La ONU tenía previsto el envío de un delegado para ayudar en la crisis.

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Los rebeldes chiítas de Ansarualá, enfrentados en Yemen con combatientes sunitas apoyados por el ejército, tomaron este domingo el control de la sede del gobierno y de la radio pública en la capital yemení, según indicaron altos funcionarios estatales.

Por su lado, el primer ministro Mohammed Basindawa presentó su dimisión como signo de protesta contra el presidente Abd Rabo Mansur Hadi, al que acusa de “acaparar el poder”. Las informaciones fueron luego confirmadas por un vocero de Ansarualá.

La renuncia del primer ministro y la toma del poder por parte del movimiento rebelde chiíta de los hutíes se produjo en momentos en que la ONU iba a enviar un delegado especial, Yamal Benomar, ante la crisis en el país.

Desde esta mañana -y tras varios días de combates- se registraban enfrentamientos entre el Ejército del Yemen y combatientes chiítas en la capital del país, Saná, pese a que las autoridades políticas habían anunciado la firma de un acuerdo para salir de la crisis.

Los enfrentamientos se registraron en los alrededores de la Jefatura de la sexta región militar, ubicada en el barrio de Al Mazbah, en el noroeste de la capital. En ese barrio y en la carretera de Al Setin se escucharon distintas explosiones.

Los rebeldes habían intentado irrumpir en la citada sede militar y en la universidad musulmana suní Al Iman. Ayer, combatientes hutíes irrumpieron en la sede de la televisión oficial yemení en Saná, que fue bombardeada y parcialmente incendiada.

Más de una decena de personas murieron el sábado en los bombardeos y los combates, que causaron además el cierre de las universidades y escuelas y el desplazamiento de decenas de familias.

Los hutíes exigían la formación de un nuevo Gobierno, y la restauración de los subsidios a los combustibles, aunque para las autoridades estas demandas son solo una tapadera a sus intentos por obtener más poder.

Tras alzarse en armas en 2004, los insurgentes chiíes controlaban desde 2010 la provincia septentrional de Saada y tratan desde hace meses de ampliar las zonas bajo su dominio. Basindawa, en cambio, era un representante sunita.

Agencias

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