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SAN SALVADOR. Activistas de organismos humanitarios demandaron este martes al Estado de El Salvador, declarar un día de la “Desaparición Forzada”, para honrar a más de 8.000 desaparecidos en la guerra civil (1980-1992).
“Estamos pidiendo se decrete el día de la desaparición forzada para que El Salvador se sume a esa declaratoria que la ONU fijó cada 30 de agosto”, explicó el abogado Ovidio Mauricio de la Comisión de Trabajo en Derechos Humanos Pro-Memoria Histórica, que aglutina a siete organizaciones.
La jornada, que se desarrolló frente al monumento a la Memoria Histórica y a la Verdad, ubicado en el capitalino parque Cuscatlán, también tuvo como objetivo denunciar que en El Salvador todavía persiste la desaparición forzada cometida por el crimen organizado y las pandillas.
Para tener una fecha dedicada a los desaparecidos en el calendario, los organismos humanitarios presentarán el miércoles una solicitud a la Asamblea Legislativa (Congreso).
“Lo que buscamos es erradicar la impunidad y tener presente que la desaparición es un delito que debe perseguirse y que los Estados están obligados a dar resultados a los familiares que acumulan muchos años angustiados de no saber el paradero de sus seres queridos”, resumió Mauricio.
Este martes, entre las personas que colocaban flores en el monumento que es un gigantesco muro color gris, figuraba Tránsito Marroquín, de 77 años, quien busca desde 1982 a su hijo Andrés Meléndez Marroquín, quien a sus 16 años fue secuestrado en Santa Ana, 60 km al oeste de San Salvador.
“Unos guardias se llevaron a mi hijo y nunca pude saber dónde me lo dejaron. Los años pasan pero mi angustia sigue y por las noches casi no duermo”, exclamó Marroquín.
En el caso de El Salvador, según Mauricio, las instituciones correspondientes deben buscar a los desaparecidos y explicar “el motivo por el cual agentes del Estado durante el conflicto armado cometieron esos hechos abominables”.
En el muro de la Memoria Histórica, figuran 30.000 nombres de personas que fueron asesinadas o desparecidas por escuadrones de la muerte, grupos paramilitares y cuerpos de seguridad en el marco de la guerra civil que concluyó con la firma de acuerdos de paz gobierno-guerrilla, el 16 de enero de 1992.
AFP
