Papa Francisco rezó por los enfermos

El domingo culminarán las celebraciones de Semana Santa con la misa de Resurrección y el mensaje “Urbi et orbi”, a la ciudad y al mundo.

Recordemos a los enfermos, a las personas solas, abandonadas, que viven bajo el peso de la cruz para que encuentren bajo ese peso la fuerza de la esperanza, de la resurrección y el amor de Dios”, dijo ayer el papa Francisco al término del viacrucis nocturno del Viernes Santo, en Roma, al que asistieron unas 40.000 personas.

Horas antes del inicio de este ritual, que recuerda el sufrimiento de Cristo camino a ser crucificado, el pontífice argentino escribió en su cuenta oficial de Twiter un mensaje para los cristianos que dice: “Seguir de cerca a Jesús no es fácil, porque la vía que él elige es la vía de la cruz”.

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El papa Francisco llegó a bordo de un sencillo automóvil, a las 14:00 locales, al célebre monumento romano en el corazón de la Ciudad Eterna, en donde miles de personas, turistas y religiosos, la mayoría con antorchas, lo esperaban.

Francisco, de 77 años, vestido con un abrigo blanco, asistió como el año pasado al tradicional rito desde la terraza del Palatino, bajo un toldo rojo instalado frente al imponente anfiteatro romano, y no recorrió a pie las 14 estaciones.

Este año, el viacrucis tiene la impronta de Francisco, quien encargó la redacción de las meditaciones que se leen en cada estación al obispo italiano de Campobasso, Giancarlo Bregantini, conocido por sus batallas contra la mafia.

Las meditaciones preparadas para el servicio reflexionaron sobre las víctimas del tráfico de personas, los migrantes que arriesgan la vida tratando de llegar a naciones opulentas, los reos en prisiones superpobladas, los desempleados y niños cuya salud ha sido puesta en peligro por mafiosos italianos que han arrojado residuos tóxicos en sus barrios y sembradíos.

En cada una de las estaciones la cruz fue cargada por personas representativas de la sociedad como trabajadores, empresarios, inmigrantes, detenidos, huérfanos, enfermos.

El drama de los enfermos, especialmente de los terminales y el de las mujeres que sufren abusos, también fue recordado durante el rito que marca la Semana Santa.

Al término del rito, después de las palabras breves del papa, en medio del silencio religioso, el grito “Viva el papa” desencadenó aplausos de la gente.

 

Ritual

El viacrucis, que duró menos de dos horas, fue transmitido en directo por televisión a unos 50 países. Varias pantallas gigantes fueron instaladas en la céntrica zona del Foro Imperial para que los peregrinos y turistas sigan el evento.

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