AFP
SAN SALVADOR. El presidente electo de El Salvador, el excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, anunció este jueves que planea viajar al Vaticano para abogar ante el papa Francisco por la beatificación del asesinado arzobispo Óscar Arnulfo Romero.
En la visita, posiblemente a fines de abril según la cancillería, Sánchez Cerén, quien se declara católico, asegura que quiere expresarle al Sumo Pontífice su deseo de ver en los altares a Romero, quien por denunciar la injusticia social y la represión militar fue asesinado por la ultraderecha el 24 de marzo de 1980.
“Quiero reafirmar mi voluntad de poner todas mis peticiones para que El Vaticano lo más pronto posible” declare “la beatificación de monseñor Romero”, declaró a la televisión local Sánchez Cerén, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, en el poder).
La beatificación de Romero, según el futuro gobernante, “es algo que estamos esperando todo el pueblo salvadoreño y está esperando toda la comunidad internacional”.
En marzo de 2010, Mauricio Funes, primer presidente de izquierda en El Salvador, terminó con el silencio oficial sobre el asesinato del arzobispo durante los 20 años de los gobiernos de derecha que terminaron en junio de 2009, y a nombre del Estado salvadoreño pidió perdón por el asesinato.
La causa para la beatificación de Romero fue abierta en 1993 y desde 1996 se encuentra en el Vaticano. Tras varios años de estancamiento, en abril de 2013 fue desbloqueada por el papa Francisco y ahora se encuentra en manos de la Congregación para la causa de los Santos.
Sánchez Cerén también adelantó que el viernes iniciará en Guatemala y Belice una visita a los países centroamericanos y luego viajará a Estados Unidos para invitar a sus presidentes o delegados a los actos de su investidura como presidente, el 1 de junio.
Sánchez Cerén, de 69 años, será el primer exguerrillero en llegar al poder en El Salvador y el cuarto en América Latina, después del nicaragüense Daniel Ortega, el uruguayo José Mujica y la brasileña Dilma Rousseff.
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