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SAN SALVADOR. Salvadoreños que participaron este lunes en una peregrinación en memoria del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, asesinado hace 34 años, se declararon esperanzados de que “muy pronto” el papa Francisco anuncie su beatificación.
Portando carteles con el rostro de Romero impreso, peregrinos de todo el país acudieron a la capilla del hospital de la Divina Providencia, justo donde el 24 de marzo de 1980 fue asesinado el religioso mientras oficiaba una misa.
Desde el hospital, en la periferia norte de San Salvador, partieron hacia una cripta en la catedral capitalina, donde reposan los restos de Romero.
“Hoy más que nunca, creo, los salvadoreños debemos sentirnos esperanzados y rezar con devoción para que muy pronto el papa Francisco pueda estar anunciando la beatificación de nuestro pastor”, dijo a la AFP el enfermero Edgardo Flores, uno de los participantes de la peregrinación.
Monseñor Romero, muy popular en América Latina y llamado “la voz de los sin voz” por su dedicación a los más desfavorecidos, fue asesinado por un francotirador de ultraderecha al comienzo de la guerra civil de El Salvador (1980-1992).
“Para mí él (Romero) ya es un santo (…). Cuando el Papa decida que es tiempo de beatificarlo, será una gran alegría para todo este pueblo”, declaró Xiomara García a la AFP mientras cargaba en sus brazos un gran cuadro con una fotografía del arzobispo asesinado.
La causa para su beatificación fue abierta en 1993 y desde 1996 se encuentra en el Vaticano. Tras varios años de estancamiento a su paso por la Congregación de la Doctrina de la Fe, en abril de 2013 fue desbloqueada por el papa Francisco.
El expediente se encuentra en la actualidad en manos de la Congregación para la Causa de los Santos.
Este lunes, en el marco del 34 aniversario de su muerte, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, ofició en la catedral una misa en su memoria, mientras el gobierno oficializó el cambio de nombre del Aeropuerto Internacional El Salvador a “Óscar Arnulfo Romero y Galdámez”.
El cambio de nombre, propuesto por el presidente Mauricio Funes, fue aprobado el pasado jueves con el voto afirmativo de 54 de los 84 diputados del Congreso unicameral.
AFP
