Foto. EFE
Durante meses diplomáticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos y Rusia han estado tratando de persuadir al gobierno de y las distintas facciones de la oposición en Siria para que participen en Ginebra II, la conferencia internacional de paz.
La mesa de negociaciones está lista y los participantes conversarán desde el 22 de enero, aunque El Asad adelantó que el poder de Siria no estará entre los temas de discusión, un importante punto en la agenda del plan de la ONU para alcanzar un acuerdo de paz.
Los jefes de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, y la estadounidense, John Kerry, calificaron de “valiente” la decisión de la Coalición de la Oposición Siria en el exilio, que aceptó, luego de semanas de aplazamientos y de presiones occidentales y árabes, participar en estas negociaciones.
Irán, principal aliado regional de Damasco, preconizó una actitud “realista” durante la conferencia de paz, a la cual Teherán no ha sido invitado.
Después de tres años de sangrientos combates, más de cien mil muertos y 9.5 millones de desplazados, Estados Unidos declaró que la conferencia es “la mejor oportunidad para que la oposición logre los objetivos del pueblo sirio y de la revolución”.
Muchos se preguntan cómo se implementará ese acuerdo en el terreno de llegar a aprobarse, y si el respeto y el compromiso a los diálogos serán lo suficientemente fuertes para llevar a cabo el ambicioso plan de la paz.
Reacción del régimen
“No esperen nada de Ginebra II. Ni en Ginebra II, ni Ginebra III o Ginebra X resolverán la crisis siria. La solución ya comenzó y continuará siendo el triunfo militar del Estado”. Ali Haidar, ministro de Reconciliación Nacional sirio.
Detalles
Los daños causados por los casi tres años de guerra civil en Siria ascienden a US$21 mil 600 millones, afirmó el ministro de Administraciones Locales, Omar Ghalawanji.
• Oposición. Sobre la posibilidad de negociar con el régimen, solo 75 de los 120 delegados de la oposición participaron en el voto, y 58 votaron a favor.
Agencias
