Hondureños votan entre derecha e izquierda, asolados por el crimen y la pobreza

Las autoridades electorales han llamado a los hondureños a votar masivamente para bajar el habitual 50% de abstencionismo

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Los hondureños votan este domingo en unas reñidas elecciones entre la derecha y la izquierda, que amenazan con quebrar el centenario bipartidismo que ha gobernado este país, el segundo más pobre de América y el más violento del mundo.

Unos 5,4 millones de hondureños fueron convocados a elegir al relevo de Porfirio Lobo de entre ocho candidatos, con el derechista Juan Orlando Hernández, del gobernante Partido Nacional (PN, derecha), y la izquierdista Xiomara Castro, de Libertad de Refundación (Libre, izquierda), como favoritos y en empate técnico, según la última encuesta.

Bajo un fuerte despliegue de miles de militares y policías en todo el país, los 5.400 centros electorales abrieron a las 07H00 locales (13H00 GMT) con un acto en un colegio del este de Tegucigalpa, en el que el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, llamó a votar con “civismo” en pos de la “reconciliación”.

Honduras acude a estas elecciones con una sociedad polarizada y una fragilidad institucional heredados del golpe que militares, empresarios y políticos de derecha asestaron el 28 de junio de 2009 al presidente Manuel Zelaya, esposo de Castro, luego de que su gobierno girara a la izquierda.

“Estas elecciones representan un hito histórico en nuestro país (…). Ante la comunidad internacional queremos proclamar que Honduras marcha a depositar (el voto) con optimismo, con el deseo ferviente de que aquellas heridas puedan de una vez por todas sanarse”, dijo Matamoros.

Los analistas pronostican un resultado cerrado, lo que hace temer brotes de violencia y hasta fraude. Por más de un siglo han gobernado, con los militares, el PN y el Partido Liberal (PL, derecha) -tercero en los sondeos-, pero esta es la primera vez que hay un choque frontal entre la derecha y la izquierda.

“Al bipartidismo le quedan horas de vida”, escribió en su cuenta de Twitter Castro, quien aspira a convertirse en la primera presidenta de Honduras. De su lado, Hernández escribió a sus seguidores en su cuenta: “¿Quién dijo miedo? (…) Ya está cerca la victoria”.

Hernández, abogado de 45 años y presidente del Congreso, emitirá el sufragio en su ciudad natal Gracias (Lempira); y la ex primera dama de 54 años votará en Catacamas (Olancho), cuna del exmandatario y feudo familiar.

En estos comicios, sin segunda vuelta, también se elegirán 128 diputados y 298 alcaldes para los próximos cuatro años. Zelaya, de 61 años, asesor principal de Castro, fundador y coordinador de Libre, aspira a un escaño en el Congreso.

“¡Esto ya no se aguanta!”

Con dos propuestas extremas, Castro pretende impulsar un “socialismo democrático a la hondureña”, mientras Hernández, que aunque del mismo partido procuró zafarse de los fracasos de Lobo, continuaría el modelo neoliberal.

“Espero que el hondureño vaya tomando conciencia para poder seleccionar a los gobernantes que nos van a sacar o mantener donde estamos. Esto ya no se aguanta”, declaró a la AFP Randal Godoy, un vendedor de equipos audiovisuales escogido como primer elector en el acto del TSE.

Segundo país más pobre de América después de Haití, Honduras tiene un 71% de sus 8,5 millones de habitantes en la pobreza y el subempleo alcanza niveles del 40%. El futuro presidente deberá enfrentar esta situación en un estado calamitoso de la economía, con un déficit fiscal del 6% y una elevada deuda pública que asciende a casi 5.500 millones de dólares

Pero la gravedad de la pobreza quedó en segundo plano ante los niveles alarmantes de la violencia del narcotráfico y las pandillas, que tienen al país con el triste récord mundial de homicidios, 85,5 por cada 100.000 habitantes.

La lucha contra el crimen centró entonces el proceso electoral. Hernández promete combatir al crimen organizado con una fuerza de 5.000 policías militares, y Castro propone tener a los soldados en las fronteras en la lucha antidrogas y crear una policía comunitaria para enfrentar a las pandillas.

La polarización política y la acción de las pandillas en los barrios ha motivado un amplia operación de unos 25.000 policías y militares, según las autoridades.

Más de 800 observadores internacionales vigilan la votación, encabezados por misiones de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Esta elección es trascendental porque va a permitir a Honduras recuperar su normalidad plena, va a quedar marcada para la historia. Están compitiendo todos los actores políticos que se dividieron trágiamente con el golpe de estado”, declaró a la AFP el jefe de la misión de la OEA, Enrique Correa.

Vigilados a no menos de 100 metros por los soldados -según la ley-, los centros de votación, que albergan 16.000 mesas electorales, cerrarán a las 16H00 (22H00) y podrán recibir por una hora más a electores en fila.

El TSE, que se ha visto cuestionado por dirigentes de Libre que lo señalan afín al partido en el poder, espera dar una primera proyección de resultados hacia las 19H00 locales (01H00 GMT del lunes).

Las autoridades electorales han llamado a los hondureños a votar masivamente para bajar el habitual 50% de abstencionismo.

AFP

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