Evangelina Himitian así describe al Papa

La periodista argentina conoció a Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires y recopiló todas esas historias de las personas más cercanas a él para contarnos su vida, posturas y gustos de quien hoy ocupa el trono de Pedro.

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“El 30 de diciembre de 2004, Nino Benítez perdió a su hijo en el incendio de la discoteca República de Cromañón, en Argentina. De esa noche fatídica, la peor de su vida, Nino recuerda que, en medio del caos, la desorganización y la confusión, las únicas palabras de aliento y consuelo venían de un hombre vestido de negro con sotana, de apellido Bergoglio”. Esta es una de las muchas historias que Evangelina Himitian, una periodista de “La Nación”, cuenta en su libro más reciente “Francisco. El Papa de la gente”.

La escritora recopila en esta obra muchos testimonios de personas que, en algún momento, estuvieron cerca del entonces arzobispo durante su tarea pastoral y social en Buenos Aires. Asimismo, describe esa relación incómoda que mantenía con los gobernantes de turno que escuchaban abiertamente su denuncia social y política.

Himitian le platicó a Publinews sobre cómo es Jorge Bergoglio, ese hombre que conoció durante los encuentros ecuménicos y que ahora como papa está renovando a El Vaticano y es llamado el “Rey de Internet”.

¿Cómo conociste a Jorge Bergoglio?

Durante algunos encuentros ecuménicos que se hacían en Buenos Aires en los que él tenía una participación muy activa. Además, tuve la fortuna de conocerlo de una manera más cercana porque mi papá es pastor evangélico y formaba parte de un grupo de evangelizadores que se reunían con el padre Bergoglio para orar y establecieron una amistad, eso me dio la posibilidad de tratarlo y conocer a mucha gente cercana a él. Por otra parte, a raíz de mi trabajo en el diario “La Nación” tuve el privilegio de entrevistarlo por distintos temas.

¿Cómo describirías a Jorge Bergoglio el hombre?

Es una persona sencilla y accesible. Una de las cosas que te sorprende es que ha estado en la vida de mucha gente, incluso en la de algunos ateos, cuya única relación con la iglesia era él. Te das cuenta de que siempre estaba ahí con gestos sencillos para aquellos que pasaban por una circunstancia difícil, que habían tenido un accidente o que habían perdido a un hijo.

Eso describe su manera de ser como sacerdote, y de mezclarse entre el pueblo y los más desposeídos. Está muy acostumbrado a tener hábitos sencillos, despojado de todo lujo. Por ejemplo: el hecho de negarse a aceptar el departamento papal no es una cuestión de postura, sino de igualdad, cosa que hizo en Buenos Aires cuando lo nombraron arzobispo. No se fue a vivir a la residencia oficial, prefirió estar en un departamento pequeño, e intentó seguir ese estilo de vida y que los nuevos cargos que asumía no modificaran sus hábitos. Eso también se vio reflejado en su elección como papa.

¿De qué habla tu libro?

Es una biografía que recopila testimonios de muchas personas próximas a él y que estuvieron cerca de su ministerio, en su tarea social, y gente que compartió alguna experiencia o que, en algún momento, ayudó previo a su elección. Asimismo, relata el proceso que hay detrás de esa persona que a los 17 años decidió ser sacerdote y a los 76 años se pone frente a la misión de no solo asumir el papado, sino además de producir un cambio a nivel social.

Tú que has tenido la oportunidad de convivir con él, ¿que extraña de Argentina?

Lo que más le gustaba en Buenos Aires era salir a la calle como una persona más, así lo hacía cuando era arzobispo e iba a los barrios más pobres y a las zonas más difíciles donde no cualquiera entra. Sin embargo, no tenía problemas, lo conocían, y se podía mover libremente por donde quisiera, eso es lo que más extraña, la libertad, no encapsularse y no vivir en un limbo ajeno a la realidad de la gente.

¿Y en cuanto a sus gustos?

Le gusta escuchar tango, tenía grandes colecciones. En su juventud lo bailaba, era la música que le gustaba escuchar cuando estaba en su casa, para relajarse. La cocina también la disfruta; dicen sus amigos que lo hace muy bien, tiene algunas recetas que aprendió de su madre porque son descendientes de italianos. De hecho, en Buenos Aires cenaba temprano, no asistía a comidas públicas porque le gustaba tener cierta privacidad; eso tiene que ver con su formación como jesuita de mostrar un perfil bajo.

Sabemos que nunca tuvo una relación afectuosa con los presidentes de Argentina, ¿cómo reaccionó el Gobierno al saber de su nombramiento como sumo pontífice?

Desde que se supo que había sido electo papa, se hizo una disociación casi esquizofrénica de la figura del arzobispo Jorge Bergoglio y de quien ahora es Francisco, como si fueran dos personas distintas. Con el arzobispo de Buenos Aires, las relaciones con el Gobierno argentino no eran buenas porque él había ejercido un rol de denuncia. Bergoglio solía usar el tedeum para hacer un diagnóstico social y político del país y esto hacía irritar bastante a los gobernantes de turno porque eran los presidentes y jefes de Gobierno quienes estaban sentados en primera fila. Por eso los Kirchner habían dejado de participar en estas celebraciones y lo habían nombrado una especie de su principal enemigo político.

¿Cuál es la postura del papa en cuanto al celibato, el aborto y el matrimonio gay?

Respecto al celibato tiene una posición determinada que tiene que ver con su orientación, se le puede definir como un conservador en términos de doctrina, pero sí reformista en cuanto al orden social. Tal vez podría haber algún cambio porque el celibato no es un dogma de la iglesia, sino una disposición temporaria.

Sin embargo, no significa que vaya a abolirlo, simplemente es su pensamiento respecto de estos temas. En cuanto a las políticas del aborto, no vamos a esperar que haya cambios porque en Argentina siempre se opuso; Bergoglio defiende el derecho a nacer y a la vida desde la concepción. Tampoco va a ser el papa que acepte el matrimonio igualitario; cuando se legalizó en Argentina, pidió que se llamara unión civil, aunque no estaba en contra del reconocimiento de los derechos legales de estas personas, pero sí se oponía a que se llamara matrimonio. Esperamos que se mantenga en esa línea.

Perfil

• Nombre. Evangelina Himitian.

• Desde 1996. Destaca su trabajo en el diario a “La Nación”. Se especializa en investigar temas vinculados con la sociedad.

• En 2005. Fue becada por la Fundación Nuevo Periodismo Internacional, que dirige Gabriel García Márquez en Cartagena de Indias.

Erika María Padrón/ Publinews México

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