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La reunión entre el presidente de EE. UU., Barack Obama, y los líderes republicanos y demócratas del Congreso concluyó ayer sin avances claros para poner fin a la paralización del Gobierno que el país vive desde el martes.
El mandatario adelantó poco antes de la reunión en una entrevista con la cadena “CNBC” que, si bien está “exasperado” por la crisis, no negociará con los republicanos hasta que acepten otorgar los fondos necesarios al Gobierno sin poner condiciones sobre su reforma de la salud.
Tras casi 90 minutos de reunión en la Casa Blanca, el presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., el republicano John Boehner, fue el primero en salir de la residencia presidencial y aseguró que los demócratas “no están dispuestos a negociar”.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, afirmó que Boehner no ha querido aceptar una propuesta para negociar un presupuesto en el largo plazo y sentenció que su partido “no se moverá” en su reivindicación de que el debate no se vincule a la reforma sanitaria.
Mientras los estadounidenses esperan que se llegue a un acuerdo para destrabar el presupuesto, cerca de 70 legisladores ofrecieron donar su sueldo.
Conclusión
“Los demócratas en Washington han cerrado la puerta a la posibilidad de reabrir el Gobierno al rehusarse a entablar negociaciones bipartidistas”. John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes.
Legisladores
“Debemos dar el ejemplo, poniendo al pueblo delante de la política”, declaró el demócrata Ami Bera, uno de los senadores que donará su sueldo.
• Percepción. Según encuestas de estos días, solo uno de cada diez estadounidenses admite tener una opinión favorable del Congreso.
• Caso. El presidente de la Cámara de Representantes (diputados), John Boehner, tiene un salario anual de US$223 mil.
Agencias
