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El expresidente egipcio Hosni Mubarak, derrocado por una rebelión popular en 2011, salió de la cárcel y fue trasladado a un hospital en régimen de detención domiciliaria, antes de la reanudación el domingo de su juicio por el asesinato de manifestantes.
La justicia había ordenado la liberación condicional de Mubarak, de 85 años, en delicado estado de salud. Pero el Ejército decidió que sería colocado bajo arresto domiciliario.
Ayer por la tarde, fue trasladado en un helicóptero desde la cárcel de Tora de El Cairo al hospital militar de Maadi.
Mubarak tiene cuatro juicios en curso, tres de ellos en apelación, por casos de corrupción y “asesinato de manifestantes” durante las protestas de enero y febrero de 2011.
El domingo se reanudarán las audiencias por uno de estos últimos cargos y comparecerán varios dirigentes islamistas detenidos tras el golpe del mes pasado, entre estos el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie.
Agencias
