Las brigadas de bomberos evacuaron en la República Checa a unas dos mil 695 personas, la mitad en áreas que rodean la capital, donde los ríos desbordaron su cauce, lo que provocó la suspensión del servicio de trenes y complicaciones en la circulación de vehículos por los árboles que la corriente derribó.
En Praga, donde se instalaron barreras contra las inundaciones a lo largo del río Moldava, se ordenó la evacuación de cinco mil habitantes.