Kate Carney Huston, su marido y su bebé han decidido quedarse con su madre en la ciudad de Oklahoma. Debido al tornado, la nueva casa de los Huston, en el suburbio de Moore, ya no tiene agua ni electricidad.
Pero las cosas podrían haber sido mucho peores. El tornado destruyó la antigua casa de los Huston, que recientemente habían vendido. “Rezo para que la familia que se mudó allí esté segura. Ellos tienen dos niñas y otro bebé en camino”, le declaró Huston a Publinews.
Cuando sonó la sirena de tornados, los Huston cogieron a su bebé y a sus perros, y corrieron hacia el sótano. “Después de un tiempo alguien me envió un mensaje a mi celular que decía que el tornado ya había pasado, así que salí”, señaló Kate. “El tornado era tan grande que prácticamente no podía verlo por completo”. El servicio meteorológico determinó en tres kilómetros el diámetro del fenómeno.
Además de los 24 muertos reportados, el tornado también dejó al menos 237 heridos, detalló Mary Fallin, gobernadora del estado.
Sobrevivientes
Mick Cornett, alcalde de Oklahoma