La policía antidisturbios de Bangladesh dispersó una manifestación de decenas de miles de islamistas y cerró dos canales de televisión, al día siguiente de las violentas concentraciones en las que murieron al menos 36 personas en las calles de Dacca, transformadas en un campo de batalla.
Un canal de televisión proislámico que difundió en directo la represión policial tuvo que interrumpir sus programas debido a la irrupción de 25 policías vestidos de civil en sus locales, afirmó uno de los responsables de “Diganta Television”. La cadena “Islamic TV” también tuvo que detener sus emisiones.
Los partidarios de este grupo radical reclamaban la pena de muerte para todos los que calumnien al islam. También exigen la separación de hombres y mujeres en determinados lugares públicos.
La primera ministra Sheikh Hasina, al frente desde 2009 de un gobierno laico en este país de mayoría musulmana, rechazó la petición de los islamistas y argumentó que la legislación actual ya permite condenar a las personas que insultan al islam.
Esta ola de violencia tiene lugar pocos días después de la tragedia industrial que les costó la vida a 654 personas en el derrumbe de un edificio de talleres de confección.
Participación
200 mil personas se manifestaron en el centro de Dacca.
