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Orquídeas, narcisos, lirios, tulipanes, jacintos, rosas, magnolias… Más de 40 mil plantas, ramas y flores blancas y amarillas, los colores del Vaticano, adornan este domingo la plaza de San Pedro para la misa de Pascua y la bendición ‘Urbi et Orbi’ de Francisco, el papa argentino.
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En las escaleras que conducen al altar, el amarillo lo aportan los 6.000 tiestos de narcisos en miniatura, mensajeros de la primavera.
En las terrazas, a ambos lados de las escaleras, están los lirios blancos, que representan la paz, la pureza, la inocencia y la virginidad. En la Edad Media, estas flores eran el símbolo del poder (divino) por lo que aparecen en muchos escudos de familias nobles.
Alrededor del altar situado en medio de la plaza de San Pedro se han instalado pequeños jardines de tulipanes, narcisos, jacintos, azaleas, árboles como abedules, arces, moras y robinias, arbustos como el laburnun o lluvia de oro, glicinas…
Las rosas blancas, los lirios, los anturios y las orquídeas adornarán el balcón del Vaticano desde el que el papa argentino impartirá su segunda bendición ‘Urbi et Orbi’, después de la que impartió al ser elegido al trono de Pedro el 13 de marzo tras la renuncia de su predecesor, Benedicto XVI.
Esta bendición solo se imparte dos veces al año, en Navidad y Pascua.
La mayoría de las flores proceden de la horticultura holandesa, que por 28 año consecutivo, es el principal suministrador floral del Vaticano en este día de alegría para los católicos que conmemoran la resurrección de Cristo.
Agencias