Se le arregló la vida: inmigrante ganó $338 millones

El bodeguero dominicano Pedro Quezada, ganador del cuarto premio más grande en la historia del Powerball en Nueva Jersey, dijo hoy que no pudo dormir después de saber que es millonario tras ganar 338 millones de dólares.

Foto. EFE

Pedro Quezada, ganador de la lotería, se mostró nervioso en la conferencia de prensa, a la que acudió acompañado por su esposa, la mexicana Inés Sánchez y cinco de sus siete hermanos, dijo estar contento porque con este premio podrá “ayudar” a su familia.

No dormí, no pude pegar los ojos”, dijo Quezada, de 44 años, que emigró de su natal ciudad de Cibao cuando tenía 19 años con el único propósito de “trabajar”.

Quezada, que dijo provenir de “una familia humilde y pobre”, recordó que la licorería donde compró el número ganador queda en ruta a su bodega y que, cuando vio este lunes a medios de comunicación a la puerta del local, pensó que tal vez habían vendido allí el boleto ganador.

No sé cómo lo voy a hacer, pero pienso ayudar a aquél que lo necesite”, afirmó el nuevo millonario, que tiene cinco hijos entre los 23 y los 5 años y una nieta.

“Puede que sea yo”, pensó, por lo que decidió entrar y verificar sus números (17, 29, 31, 52, 53 y 31), recordó Quezada, que si opta por cobrar el dinero en una sola cantidad obtendría al menos 211 millones de dólares.

El siguiente paso fue ir a un banco y colocar el boleto en una caja de seguridad hasta que pueda reclamar su premio.

Quezada y su familia, que no han vuelto a abrir la bodega, dejaron el que ha sido su hogar hasta ahora en la ciudad de Passaic y permanecen en un lugar que no han revelado, “porque uno tiene que esquivar a algunas personas porque no son buenas” y porque se siente acosado.

El bodeguero aseguró que, pese a haberse convertido en millonario y su vida haber dado un giro, su “corazón no cambia”.

Quezada no sabe aún si seguirá viviendo en Nueva Jersey o regresará a República Dominicana ni tampoco en qué invertirá su dinero, pero sí sabe que lo primero que hará será dar “una vuelta por ahí” y hacer realidad su deseo de tener un nuevo coche.

Todavía no sé cuál, el que me guste”, afirmó con sencillez Quezada, quien aseguró que ha vivido años difíciles de trabajar duro.

“Levantarse todos los días a las cinco de la mañana a abrir una bodega y estar allí hasta las once de la noche, por supuesto que es difícil”, afirmó Quezada, para quien esos días han quedado atrás.

También dijo que no quiere que su hijo se haga cargo de la bodega, como le ha pedido.

No puede trabajar en la bodega. ¿Usted, con todos los millones dejaría a su hijo trabajar en una bodega?”, indicó el dominicano, quien juega a la lotería una o dos veces por semana.

Quezada, quien lamentó no haber ganado antes el premio para haber estado presente cuando el pasado día 19 el equipo de su país ganó III el Clásico Mundial de Béisbol, dijo contar ya con un plan para administrar su dinero, aunque no dio detalles del mismo.

Igualmente aconsejó a los inmigrantes “que sigan sus sueños, que Dios es grande y les premiará”. EFE

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