Pero este no es el zoo. Es la selva atlántica de Brasil, un bosque húmedo tropical que alberga a unas dos mil 200 especies animales y 20 mil especies de plantas. Por desgracia, ya no es más un bosque.
Pero hoy en día unos mil 600 tití león dorado viven aquí. Ya no son más una especie en peligro de extinción (solo son una especie amenazada).
El caso del tití león dorado es un gran éxito: ninguna otra especie ha sido recupe-rada tan rápido de la extinción. Su recuperación es aún más notable si se considera que los biólogos brasileños tuvieron que reclutar a titíes león dorado de zoológicos de todo el mundo. Todos aquí son animales descendientes de especímenes en cautiverio.
Los grupos conservacio-nistas se las han arreglado para encontrar el espacio de bosque suficiente para albergar a mil 600 especímenes de este mono. Pero necesitan llevar la población a por lo menos dos mil.
Un animal en peligro de extinción lindo es más pro-bable que mueva fibras del corazón de la gente que uno feo. De hecho, el tití león dorado ya está haciendo por la selva lo que ninguna ley escrita ha logrado hacer.
Hábitat
Michael Becker, director de conservación WWF en Brasil
Minimono
El tití león dorado es uno de los monos más pequeños. Un bebé puede abrazar un dedo de un humano como si fuera un árbol, y un adulto mide 22 centímetros de alto.
Vive: bosques del
Atlántico de Brasil
Dieta: omnívoro
Vida promedio: 15 años
Tamaño: de 19 a 22 centímetros
Peso: de 400 a 800 gramos
Análisis
“Son todo un símbolo”
Si el tití león dorado no estuviera en la región de Brasil, los bosques lluviosos de esta región se verían muy diferentes.
En la década de los ochenta varios investigadores encontraron que estos monos estaban cerca de la extinción y el Bosque Atlántico estaba a punto de desaparecer.
Ahora, no necesitamos llevar más tití león dorado a la región. Nuestra meta es expandir su hábitat para que tengan un mejor espacio en donde vivir. Esto beneficia al planeta porque se genera más CO2 para absorber.
Son un símbolo de los bosques lluviosos y los esfuerzos para salvarlos.
Daniel
Arrifano Venturi
Gerente de ambiente de WWF Brasil