La policía de Río de Janeiro ocupó el complejo de favelas de Manguinhos, considerado uno de los más violentos de la ciudad y que se encontraba en manos de traficantes. Además, intensificó la presencia de sus efectivos en Jacarezinho, uno de los mayores centros de consumo de crac.
En Manguinhos se instalará a finales de año una Unidad de Policía Pacificadora con agentes entrenados especialmente para hacer frente a los problemas de la comunidad. En Jacarezinho, las autoridades intensificaron su presencia, pero no hubo ocupación, ya que se necesita más tiempo, explicó Fernando Veloso, subjefe de la Policía Civil.
La operación incluyó un equipo municipal de lucha contra el crac, que llevó a albergues a unos 100 adictos. Agencias
“Sigue un proceso meticuloso de búsqueda de drogas, armas y la prisión de criminales”. Federico Caldas, responsable de relaciones públicas de la Policía Militar