Obama y Romney celebran primer debate

El presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt Romney, abrieron finalmente el primero de tres debates en la disputa por la Casa Blanca

DENVER, EEUU. El presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt Romney, abrieron finalmente este miércoles el primero de sus tres debates en la disputa por la Casa Blanca, a 33 días de que el electorado estadounidense decida sus destinos en las urnas.

Distendidos, ambos se dieron la mano al llegar al auditorio de la Universidad de Denver (Colorado, oeste) para un duelo a priori centrado en temas internos estadounidenses, durante 90 minutos, televisado a toda la nación.

Obama arranca esta serie de debates con una estrecha ventaja frente al ex gobernador Romney, pero tiene en su contra una economía que no despega.

El presidente aspira a convertirse en el segundo demócrata que logre un segundo mandato desde la Segunda Guerra Mundial.

Romney, abajo en casi todos los estados clave que decidirán quién gana los 270 votos electorales necesarios para obtener la Presidencia, busca un cambio radical en la carrera.

Aunque los temas centrales del debate serán la economía y el empleo, el prestigioso presentador Jim Lehrer, moderador del debate, afirmó de entrada que había escogido las preguntas y también su orden, sin consultar a los candidatos.

Obama, de 51 años, podría enfrentar por ello preguntas acerca de los continuos cambios en las versiones de su gobierno sobre el ataque contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi (Libia), perpetrado el pasado 11 de septiembre.

De la misma forma, Romney, de 65 años, un multimillonario exempresario, podría ser objeto de escrutinio sobre sus complejos arreglos fiscales en el extranjero, que los demócratas han enfatizado para presentarlo como alguien indiferente a los problemas de la clase media.

Romney necesita con urgencia reorientar su discurso electoral, después de la filtración de un video filmado en secreto en el que afirmaba que el 47% de los estadounidenses se cree “víctima”, no paga impuestos y depende del gobierno para su bienestar.

Una minuciosa preparación del debate

Obama y Romney, quienes raras veces se han encontrado o hablado, han pasado varios días acuartelados para perfeccionar las técnicas de debate y las tácticas ofensivas y de recuperación.

El senador por Ohio, Rob Portman, ha estado haciendo el papel de Obama en los ensayos de debate de Romney, mientras que el senador y excandidato demócrata a la presidencia John Kerry, ha tomado el papel de Romney en la preparación de Obama.

Los republicanos, que han alabado las habilidades de debate de Obama, tienen la esperanza de que un Romney más fuerte de lo esperado pueda salir bien librado del primer enfrentamiento y con el impulso necesario para seguir con buenas posibilidades en la carrera electoral.

Los equipos de campaña de ambos candidatos iban a analizar además en tiempo real el curso del debate, por lo que inundarán sus sitios webs con comentarios que verificarán la información debatida desde el primer minuto.

Varias encuestas nacionales publicadas antes del debate muestran aún una reñida competencia, con una ventaja de Obama de unos pocos puntos.

La encuesta realizada por The Wall Street Journal y la cadena de noticias NBC News dan a Obama una intención de voto de entre 46 y 49%, en consonancia con un sondeo realizado por la página especializada RealClearPolitics.com, que muestra una ventaja de 3,5 puntos para el líder demócrata.

Otra encuesta de WSJ/NBC News y Telemundo realizada sobre 300 hispanos revela que el 70% del electorado de esta comunidad apoya a Obama.

Un sondeo realizado por el periódico The Washington Post y la cadena ABC News, y que fue publicado el pasado lunes, daba a Obama una estrecha ventaja de 49% sobre 47%. Los votantes de algunos estados indecisos, y en los que en la mayoría de veces deciden la elección, se ponen del lado de Obama por 52%, contra 41% del de Romney.

El presidente también lidera en estados clave para la elección como Virginia, Ohio y Florida.

Sin embargo, los debates, frecuentemente promocionados como decisivos, rara vez cambian las tendencias de las elecciones presidenciales.

Algunos presidentes en ejercicio, sin embargo, como Gerald Ford en 1976 y George Bush en 1992, han tropezado en ellos y terminado perdiendo sus aspiraciones por la reelección, por lo que Obama tendrá que estar atento, pese a que lidera las encuestas. AFP

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