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En las esquinas de un emblemático mercado en las montañas de Guatemala, los fuegos artificiales acompañan a las tres bandas musicales que tocan al mismo tiempo en el último de los ocho días de celebraciones a Santo Tomás, el patrono del pueblo maya de Chichicastenango, Quiché.
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Moisés Castillo / AP Foto:
El colorido de la fiesta anual de Santo Tomás, que culmina el 21 de diciembre, atrae a turistas extranjeros hasta esta localidad del occidente de Guatemala, donde se mezclan rituales indígenas con las tradiciones católicas.
Las 14 cofradías o hermandades católicas, integradas en su mayoría por indígenas Quichés, colocan sus imágenes en fila para la procesión que encabeza Santo Tomás. A su paso por las calles aledañas a la iglesia, los fieles cubren de billetes sus ropas.
Johan Ordóñez / AFP Foto:
“Bailamos para el patrón, es una tradición de mi familia”, dijo José Tecún, ataviado con un traje de lentejuela y una máscara de madera en la mano mientras toma un descanso después de casi ocho horas de danza.
Moisés Castillo / AP Foto:
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“Cada uno de nosotros colabora en algo para la fiesta”, añadió Tecún, quien tiene un puesto de venta de ropa en el mercado local de Chichicastenango, una localidad fundada en 1524.
Johan Ordóñez / AFP Foto: