Alianzas Durante los 30 años de la fundación han colaborado con diferentes proyectos. • Cultura. A inicios de la fundación se promovieron talentos literarios, proyectos de patrimonio colonial y arqueológico, se apoyó en las excavaciones de la cuenca de El Mirador y en el museo de El Popol Vuh. • Alimentación. Con la fundación de la cervecería se trabaja un recetario para que las madres puedan preparar alimentos con productos como incaparina o protemás y asegurar la gesta calórica de las familias.
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Yolanda Mayora, directora de la fundación, resalta que en la celebración del trigésimo aniversario de la organización el apoyo que ha dado en los lugares donde hay presencia de la empresa Cementos Progreso.
Uno de los objetivos que contempla fortalecer la Fundación Carlos F. Novella para las nuevas generaciones donde opera la cementera es convertirse en un vecino aliado para el desarrollo de las comunidades.
¿Cómo resume los 30 años durante los cuales ha apoyado la fundación?
La entidad lleva el nombre del fundador de la empresa Cementos Progreso, porque era una persona visionaria en una zona donde no había servicios sociales como educación y salud para sus colaboradores. Durante estos 30 años se ha aprendido de las comunidades, pero la filosofía de desarrollo consiste en darles participación a las personas de la comunidad para que identifiquen sus problemas y se encuentren soluciones. La fundación sirve de catalizador para apoyar los esfuerzos de las personas y fortalecer alianzas con otras entidades.
¿Dónde ofrece apoyo la fundación Carlos F. Novella?
Trabajamos básicamente en las áreas de influencia de la cementera como en el municipio de San Juan Sacatepéquez y la zona 6 capitalina, como en El Progreso, donde se impulsan los programas educativos que van desde la administración de un colegio como es en la planta San Miguel, el cual ha sobresalido por la calidad educativa hasta programas no formales como el proyecto preescolar que es de apoyo en lugares donde no se imparte la preprimaria, que es una brecha en la niñez porque al no estar preparados fracasan en el primer grado de primaria. A la vez, hay otro problema que es que las personas quedan fuera del sistema educativo, pero desean culminar sus estudios, por lo que impulsamos los modelos flexibles donde se permite finalizar la preparación educativa, donde han sido importantes porque muchos jóvenes de las zonas rurales abandonan la escuela por razones económicas.
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¿Contemplan ampliar los servicios sociales de la fundación?
Hemos hecho alianzas con el Ministerio de Educación, con la Agencia Internacional para el Desarrollo y programas de prevención de la violencia en la zona 6, donde se han ejecutado US$1.2 millones, pero creemos que hay otros organismos que pueden ayudar. La expansión se hará donde haya socios que deseen implementar nuestros programas que mejoran la calidad de vida de los vecinos, ya que estamos concentrados en lo que estamos haciendo.
¿Cuántas personas han beneficiado durante las tres décadas y qué programas impulsan?
Se han beneficiado aproximadamente a tres millones, por medio de los programas educativos, las capacitaciones de música y deporte que ayudan a fortalecer los valores en los niños. También tenemos colaboramos con programas de infraestructura de vivienda, escuelas, centros de salud, iglesias, casas comunales y caminos.
¿Qué otros programas impulsa la fundación para lograr el desempeño de los jóvenes?
Se imparten programas de empresarialidad y cocina, pues algunos jóvenes buscan empleo o desean poner su propio negocio. Estamos en alianzas con Empresarios por la Educación y la Alianza por la Nutrición para discutir los problemas sociales del país. Se diseñó una hoja de vida nacional con especialidad en emprendimiento y productividad que se impulsa por medio del bachillerato para fortalecer la actividad económica de cada lugar.
¿Cómo es el trabajo de la fundación con las autoridades locales?
Son elementos claves los gobiernos locales y organizaciones sociales para lograr el desarrollo, la mayoría de proyectos en las comunidades se hacen por medio de convenios con los Consejos Comunitarios de Desarrollo, que en alguna parte validan los programas de la comunidad y en otros casos sumamos esfuerzos con las municipalidades, por ejemplo en San Juan Sacatepéquez somos parte de la red municipal de atención a niños y a adolescentes, como en otro lugar formamos parte de la comisión municipal de seguridad alimentaria.
¿Elaboran mediciones sobre el apoyo que brinda la fundación?
En El Progreso se ha impulsado la capacitación a maestros en formación ciudadana, donde se hicieron mediciones en 2014 y se observó que disminuyó alrededor de 12 puntos la tasa de repetición en alumnos de primer grado, por lo que creemos que es el fruto de todas las alianzas que se han hecho y a la vez se han realizado mediciones con la Universidad Del Valle y reflejan datos positivos, mientras que en salud únicamente apoyamos en seguridad alimentaria y nutricional.
¿Cómo diferencia la cementera la filantropía de la responsabilidad social?
La responsabilidad social por las comunidades es fuerte, lo que tenemos no son programas caritativos o filantrópicos puros, ya que no donamos cemento y nos olvidamos, la donación que se hace es con visión en el largo plazo, porque tenemos programas de primaria o bachillerato acelerado que dura seis años, por lo que la responsabilidad social ha fortalecido los lazos de confianza con las comunidades, no estamos ajenos al tema de San Juan Sacatepéquez, pero deseamos fortalecer los temas de cultura como medio de cohesión comunitaria y promover una cultura de paz.