Guatemala

Luto y desconsuelo viven familiares de víctimas del alud en Villa Nueva

La cancha polideportiva de la colonia Santa Isabel 2 de Villa Nueva es un lugar donde lo habitual es escuchar risas y ver derroche de energía, pero este jueves sirvió como capilla para la velación de la familia Chanchavac Castro, cuyos integrantes fallecieron en el deslizamiento del martes por la noche.

Al pie de una portería y un tablero de baloncesto fueron colocados los cuatro ataúdes. Dos de color blanco, uno junto al otro, donde estaban los cuerpos de los hermanos Randy y Samuel, de 2 y 6 años de edad.

En el polideportivo prevalecía el murmullo pero el silencio llegaba de golpe cuando alguno de los deudos recibía un abrazo de pésame, ya que eso arrancaba el llanto y las lágrimas, momento que respetaban los participantes del velatorio.

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Martes por la noche en la casa Chanchavac Castro

Gilberto Chancavac fue uno de los que recibió palabras de consuelo. Él relató a Publinews que el martes por la noche, durante la lluvia, su hermano Eliseo y su cuñada, Melvia Castro Díaz, se preparaban junto a Randy y Samuel para la cena.

Unos nueve metros arriba de la vivienda de la familia Chanchavac Castro, ubicada en el lote 36, sector 23 de dicha colonia, donde tenían 19 años de vivir, se acumulaba el agua en el patio de un predio de contenedores, a tal punto que se generó un corrimiento de tierra que arrastró un muro y un furgón sobre varias viviendas, con un saldo total de 10 fallecidos y un niño de 8 años desaparecido.

Gilberto cuenta que tras la caída de lodo sobre las casas comenzaron la búsqueda de los cuerpos con el apoyo de vecinos y de los bomberos. Soterrados encontraron a su hermano, cuñada y al hijo mayor. Randy, de 2 años, fue expulsado por la correntada afuera de la casa. Los cuatro miembros de la familia habían muerto.

 

Víctimas del corrimiento de tierra

La familia Chanchavac no es la única que sufre la pérdida de sus seres queridos, aunque los familiares del resto de víctimas decidieron hacer los velorios en sus lugares de origen; tres en San Marcos, uno en Quiché y uno más en La Máquina, Suchitepéquez, relató Gilberto.

El cementerio de Bárcena, Villa Nueva, fue el lugar que consiguieron para sepultar a la pareja y su dos hijos. Bajo los escombros quedaron sus pertenencias, fotografías y los juguetes con los que se entretenían Randy y Samuel.

Cuando termine el acto religioso y la velación de los restos mortales se iniciará el sepelio, que será acompañado por los vecinos de Santa Isabel 2. El polideportivo quedará habilitado de nuevo para ser el punto de reunión para divertirse, aunque para quienes acompañaron a los Chanchavac, esa cancha ya no será el mismo lugar.

 

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