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Técnicos en escena del crimen del Ministerio Público (MP) quienes son especialistas en precursores, fueron enviados a la finca San José de La Dicha, ubicada en Río Bravo, Suchitepéquez por el hallazgo de un narcolaboratorio.
Toneles de plástico y otros recipientes tirados en el suelo son los rastros localizados en el lugar donde se sospecha que era elaborado cierto tipo de droga, según la Policía Nacional Civil (PNC).
El sitio está abandonado y las autoridades no han establecido desde cuándo. Los expertos han tomado muestras y las analizan con aparatos portátiles para establecer los químicos usados y tener así una idea de lo que se producía.
El hallazgo de narcolaboratorios, conocidos también como “cocinas”, no es nueva en Guatemala. De hecho, ya existe una sentencia condenatoria contra personas sorprendidas en uno de esos reductos del narco.
• En el 2012 las autoridades desmantelaron un narcolabotario en Huehuetenango. En esa oportunidad se dijo que era el más grande encontrado en el país. No hubo capturas en esa operación.
• La frontera entre Guatemala y Honduras también ha sido otros sitio utilizado para estas “cocinas”.
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• En otro sitio fronterizo, entre Guatemala y México, específicamente en Tecún Umán, San Marcos, fue encontrada evidencia similar en una bodega de construcción formal, en marzo de 2013.
• Los sitios son variados. Uno fue descubierto en agosto de 2014 en Chimaltenango. Las paredes y techo eran de lámina y madera.
• En febrero de 2015 un incendio delató la existencia de uno de estos lugares. Esa vez fue en Escuintla.
• Los dos casos más recientes han sido en Suchitepéquez. En el 2014 se descubrió uno en Río Bravo y en 2015 en Santo Domingo.
