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Otto Pérez Molina, quien fue Presidente de la República de 2012 a 2015 tras renunciar en medio de señalamientos de corrupción, comenzó otra jornada de audiencia de primera declaración explicando que quien más han sufrido en este proceso es su familia.
“Para mis hijos, nietos, para todos ellos ha sido muy duro” dijo el exmandatario mientras esperaba engrilletado el inicio de la audiencia por el caso Cooptación del Estado, uno de los cuatro procesos penales donde es señalado por el Ministerio Público (MP).
Ninguno de sus familiares ha llegado a las audiencias desde el caso La Línea, y eso tiene una explicación. El exgobernante asegura que él mismo les pidió que no se presentaran.
Para recibir alimentos, ropa y otros enseres ha sido valiosa la coordinación hecha con sus abogados, relató. Su familia sí lo ha visitado en la cárcel, donde se encuentra desde el año pasado por cargos de corrupción, entre ellos haber recibido grandes cantidades de dinero y regalos de lujo.
Otto Pérez Molina se quejó de que su familia es acosada y perseguida. Contó que tras la revelación del colaborado eficaz, Juan Carlos Monzón, de que recibió 3 millones de dólares, la fiscalía realizó un allanamiento en la vivienda donde vive la exprimera dama, Rosa Leal de Pérez.
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Su hijo y exalcade de Mixco, Otto Pérez Leal, también espera esclarecer las acusaciones en otro proceso penal, recordó.
El expresidente, sindicado de liderar estructuras dedicadas a la defraudación aduanera y cobro de comisiones por contratos, confía en que todo se aclarará. Mientras tanto, acepta que hay personas que ya no le tiene aprecio, pero asegura que en una ocasión una señora se acercó para brindarle su apoyo y lamentar lo que le está ocurriendo.