Guatemala

El ritual de un romano de Jesús de los Milagros

El escuadrón de Romanos del cortejo procesional de Jesús de los Milagros, del Santuario Arquidiocesano del Señor San José, cuenta con varias historias y anécdotas.

El Escuadrón de Romanos del cortejo procesional de Jesús de los Milagros del Santuario Arquidiocesano del Señor San José, es uno de los más vistosos y emblemáticos en cuanto a procesiones de Guatemala pero, ¿sabes cómo es el ritual de cada año de este grupo de caballeros?

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¿A qué hora comienza la preparación?

Eran las 3:15 horas de la madrugada y Fernando del Águila, quien cumple este Domingo de Ramos 12 años de ser parte del Escuadrón de Romanos de la procesión de Jesús de los Milagros, afinaba los últimos detalles de su ritual de preparación antes de partir hacia el Santuario Arquidiocesano del Señor San José, donde se reuniría con el resto de personas que conforman el grupo de Centuriones.

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Sandalias, pecheras, faldas, cascos y varios enseres más, aguardaban en la bodega del templo josefino para ser portados con gallardía por más de 100 hombres a quienes les esperaba una larga jornada de más de 16 horas en las calles del Centro Histórico.

¿Por qué lo hacen?

Hay infinidad de historias, anécdotas y promesas al “Rey del Universo” que han sido la inspiración de estos inusuales cargadores.

Del Águila nos comentó que este 2016 cumple 12 años de formar parte de la centuria romana y todo comenzó cuando tenía tan solo 5 años, cuando soñaba con ser romano.

Incluso existe una anécdota al respecto, comenta. A esa edad, aproximadamente, sus padres lo llevaron a presenciar a Jesús de San José y él, impresionado con los centuriones, soltó la mano de su padre y se perdió por un momento, pero luego fue hallado llevándose consigo una reprimenda. Pero su sueño se logró concretar a la edad de 25 años.

El señor Alejandro Campos Ruano, quien cumplió 41 años de ser romano y actualmente es el encargado de la Escuadrón, comentó que es carpintero y en aquel primer año esto le sirvió para incorporarse al cortejo en sí, pues ayudó a realizar trabajos con las andas y poco a poco fue pasando de ser un soldado romano raso a lo que es ahora.

Sergio Hernández es centurión desde hace 27 años, pero en esta oportunidad no pudo participar debido a una lesión en la rodilla que le imposibilitó hacerlo.

Por su parte, Jorge Mario Villela indicó que este es su primer año en participar, aunque cumple sus Bodas de Plata de ser cargador del “Rey del Universo”. Decidió integrarse al escuadrón debido a “un favor concedido y esta fue la manera de pagarle al Soberano de los Milagros”. Fue un anhelo de Villela, que se materializó este Domingo de Ramos, pero también sintió mucha felicidad debido a que su hijo, quien participa desde hace 3 años, le acompañaría en el cortejo y específicamente en la novena estación.

Para don Roger Chávez, quien con esta participación suma 29 oportunidades, esto es una gratitud sobre todo porque hace 5 años tuvo un derrame pero el nazareno le “hizo el milagro” de recuperarse.

Rafael Rubio, de 46 años de participación y 65 de edad, indicó que para él es una honra y gloria estar aún con salud para efectuar la caminata al lado de Jesús de los Milagros.

Ya preparados

Luego de vestirse todos juntos, tratando celosamente de que nadie los vea, deben formarse y tomar cada una de las lanzas, las 14 estaciones del Viacrucis, la cruz alta y los ciriales o cualquiera de los estandartes característicos de este cortejo y dar un último suspiro de aliento para enfrentarse a las inclemencias del tiempo, en la calle.

Pero antes de esto, y luego de haber pasado lista, una pequeña fila de aproximadamente 8 personas, tienen la esperanza de que alguno de los 124 caballeros se ausentara y así poder tomar ellos su lugar, pero esto difícilmente ocurre cada año.

Comienza el recorrido

A las 6:30 se levantaron las andas que portaban a la Consagrada Imagen de Jesús de los Milagros acompañada de los acordes de “Mater Dolorosa”, original de Julia Quiñónez Ydígoras y un sol inclemente dilucidaba lo que esperaba al Escuadrón de Romanos, así como al resto de cargadores.

No está permitido beber o comer dentro del cortejo, en todo caso, solamente tienen permitido tomar aproximadamente una hora a eso de las 3:30 horas en el Colegio San Sebastián, donde también podrían, por lo menos, descansar unos cuantos minutos, no sin antes haber cargado su primer turno, el 43, en el Parque Isabel La Católica y bajo las notas de “Tinieblas”, original del maestro José Arce Ramírez.

El ocaso del Domingo de Ramos

Horas más tarde, aproximadamente a las 18:00 horas, los romanos cargan por segunda vez, en el Hospital General San Juan de Dios, lugar donde, sin duda alguna, es por demás emotivo, ya que los músicos ejecutan “Pescador de Hombres”, melodía que toda la centuria romana canta al unísono, incluso acompañados de los feligreses, quienes no pueden evitar el derramar lágrimas por lo enternecedor de aquel especial momento.

Por último y ya con el peso de una exhaustiva jornada, al ritmo de “Tu Última Mirada”, de Alberto Velásquez Collado, los 124 hombres vestidos con los atuendos de aquel imperio que le daría muerte a Jesús hace más de dos mil años, según lo indican los Evangelistas, llevan por última vez el bolillo en el hombro, para luego dar paso a los turnos de entrada.

Así se desarrolla un Domingo de Ramos para el Escuadrón de Romanos del Santuario Arquidiocesano del Señor San José, lleno de cansancio, hambre y dolor corporal, pero llenos de esperanza, recogimiento y sobre todo de satisfacción por haber cumplido un año más con el Soberano Rey del Universo.

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