Un amparo retrasa la muerte por inyección del perro Rocky

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Billy Ludwing Divas Medrano, dueño del perro Rocky, un Rottweiler que mató a una niña, interpuso un amparo que detuvo la ejecución por inyección letal programada para hoy en el Centro de Salud.

El titular del Juzgado de Paz de Santa Rosa, Orlando Paiz, avaló la acción legal y retrasó por tres días la muerte del perro con un poderoso sedante.

A la “ejecución” había llegado la madre de la niña y su papá, el oficial de la Policía Héctor Moreno, quien lamentó lo que le había sucedido a su hija. El juzgador fue el conciliador y explicó que “no quería incurrir” en una situación fuera de la ley al avalar el amparo.

La historia

La mañana del 21 de noviembre la niña Keily Maricuz Moreno Enríquez salió de su casa en el caserío El Mango, en Oratorio, Santa Rosa a buscar una de las vacas de sus padres. El rumiante había abandonado al grupo y comía pasto lejos del resto.

Keily notó que la vaca había llegado hasta un aserradero cercano y corrió sin darse cuenta que el perro Rocky la había olfateado.

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Cuando la niña se acercó hasta donde estaba la vaca fue atacada por el perro guardián. Los gritos alertaron a algunos vecinos, aunque ya no pudieron impedir que la mordiera y le provocara la muerte.

La condena

El caso llegó hasta el Juzgado de Paz de la localidad. Orlando Paiz, titular de la judicatura, explicó que es el primer caso que conoce de ordenar la muerte del perro. “Es una situación atípica”, mencionó.

El personal del Centro de Salud debía inyectar un poderoso sedante al perro el 4 de diciembre para “provocarle” un paro cardíaco, aunque se suspendió porque se “carecía de la sustancia”, entonces el juzgador trasladó la ejecución para el 9 de diciembre.

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El dueño del perro, Billy Ludwing Divas Medrano explicó que pagó una multa de Q8 mil 700 por carecer de una licencia para tener a su mascota.

Lo que explica la ley

El perro debe estar a dos metros de distancia de la baranda de la vivienda de su dueño, quien debe tramitar una licencia en Gobernación Departamental y mantener un letrero que informe a la ciudadanía “el peligro del perro”.

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En el reglamento de salud, el artículo 41 detalla que “se le debe aplicar al perro una inyección letal que lo adormece y luego le cause la muerte”.

Vacaciones

Un dato importante es que el juzgador Paiz saldrá gozará sus vacaciones desde este viernes y entonces la Corte Suprema de Justicia (CSJ) deberá designar otro juez para que “conozca” y “ordene” la ejecución.

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