Médicos protestan y el Hospital General está al punto de colapsar

Salud. Publinews recorrió la cocina, la lavandería, la pediatría y la emergencia y comprobó los inconvenientes que afronta el centro asistencial que alberga a más de 800 pacientes.

Las toneladas de ropa sucia se aprecian al recorrer la lavandería en uno de los sótanos del Hospital General San Juan de Dios. Hay volcanes y se notan algunas prendas hasta con manchas de sangre.

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Dos lavadoras están en funcionamiento debido a que la tercera está dañada. “Antes organizaba las sábanas por colores para saber qué ropa usaban los adultos y los niños, ahora, ante la escases, los enfermos usan cualquiera”, mencionó Gladis Prescencio, encargada de la lavandería.

Dato 1,500 porciones de alimentos son preparados a diario por 80 personas en dos turnos que son servidos a los enfermos en los tres tiempos de comida.

Un piso arriba está la cocina que en su mayoría es atendido por mujeres. “Hoy los pacientes disfrutaron su almuerzo porque preparamos pollo, pero fue por una donación”, explicó la cocinera Thelma Estrada, quien tiene 25 años de trabajar en el centro asistencial. El menú diario era arroz, sopa, salchicha y gelatina. La carne fue retirada de la dieta.

En la bodega se aprecian las goteras y el personal acomodó plásticos para evitar que se dañen los alimentos donados por iglesias y empresas. El centro asistencial solo ha podido comprar aceite vegetal.

Cerca del estacionamiento el técnico Udo Winter revisa una de las dos enormes calderas que dejó de funcionar hace seis meses. “Esta otra tiene 40 años y está por terminar su vida útil”. El vapor que emana es utilizado en la cocina y lavandería para la desinfección.

En el almacén general de farmacia los bodegueros acomodaban una donación de 300 jeringas y en las estanterías. “Faltan los antibióticos, que son los que más se utilizan, los analgésicos sí tenemos”, explicó uno de los trabajadores.

En una de las camas de pediatría Orbelina López cumplió 11 años. Estaba dormida y su regalo fue haber recibido su tratamiento de quimioterapia ya que padece de leucemia. Los médicos le avisaron a su mamá Orbelina Mateo para que viajara desde la cabecera de Jalapa a recibir el tratamiento en la vena. “Mi hija dejó de estudiar cuarto primaria porque sigue mal y no tengo dinero para ayudarla”, mencionó.

 Solo el personal del Hospital General sale a protestar

Se reunieron en el parqueo

Médicos, enfermeras y el personal administrativo junto con algunos pacientes realizaron los preparativos en el estacionamiento del centro asistencial. A las 9:30 horas brindaron una conferencia en la que explicaron que “solo hay insumos para una semana”. El personal del Hospital Roosevelt se abstuvo de participar aunque la consulta externa permanece cerrada.

Caminata pacífica

Los médicos encabezaron la caminata en el Centro Histórico. Se les sumaron integrantes del Colegio de Médicos y Cirujanos. Con tambores y gritando consignas por el derecho a la salud, se dirigieron a la Municipalidad de Guatemala, donde esperaron a integrantes de la agrupación Usac es pueblo.

El mensaje en la sexta

“La salud no es un negocio, es nuestro derecho”, decían los médicos a su paso por el Paseo de la Sexta. Algunas personas los aplaudieron y mostraron su indignación ante la falta de insumos y medicinas que provocó que los doctores salieran a la calle.

Crucificado en el Congreso

Uno de los manifestantes se acomodó a una cruz frente al Organismo Legislativo, para personalizar el sufrimiento de miles de enfermos que se quedan sin atención. Dos ataúdes fueron acomodados con los nombres de los hospitales: Roosevelt y San Juan de Dios.

Exigen mejoras al presidente

La marcha se dirigió al Palacio Nacional de la Cultura y a la Casa Presidencial. “Nosotros trabajaremos hasta que el hospital colapse. El pueblo tiene derecho a una salud digna y sin medicinas, insumos no podemos trabajar”, mencionó el neurólogo Jaime Cáceres.

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